Para redescubrir el sentido de la Navidad: Papa Francisco

El papa Francisco presidió la Misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro, su homilía fue una oportunidad para meditar sobre el significado del pesebre en el que Cristo nació en Belén, deteniéndose en tres palabras esenciales: la cercanía, la pobreza y lo concreto.

El Papa recuerda que, “después de dos milenios del nacimiento de Jesús, después de muchas Navidades festejadas entre adornos y regalos, después de todo el consumismo que ha envuelto el misterio que celebramos, hay un riesgo: sabemos muchas cosas sobre la Navidad, pero nos olvidamos del significado”.

Para redescubrir el sentido de la Navidad, “hay que mirar allí, al pesebre”, afirma el Obispo de Roma, quien reflexionó sobre la relevancia de este elemento, “es el signo, no casual, aseguró el Papa, con el que Cristo entra en la escena del mundo, es el manifiesto con el que se presenta, el modo con el que Dios nace en la historia para hacer renacer la historia”.

Para ilustrar el mensaje del belén en el siglo XXI, Francisco seleccionó tres aspectos: la cercanía, la pobreza y lo concreto.

La cercanía

“El pesebre sirve para llevar la comida cerca de la boca y consumirla más rápido. Puede así simbolizar un aspecto de la humanidad: la voracidad en el consumir”, según el Papa. “Mientras los animales en el establo consumen la comida, los hombres en el mundo, hambrientos de poder y de dinero, devoran de igual modo a sus vecinos, a sus hermanos”, añade.

La pobreza 

El Papa describe su austera composición, sin muchas cosas a su alrededor: maleza, algún animal y poco más. “María, José y los pastores; todos eran pobres, unidos por el afecto y por el asombro; no por riquezas y grandes posibilidades”, asevera Bergoglio, quien reivindica que el humilde pesebre “saca a relucir las verdaderas riquezas de la vida: no el dinero y el poder, sino las relaciones y las personas”.

Lo concreto

Un niño en un pesebre representa, para el Pontífice argentino, “una escena que impacta, hasta el punto de ser cruda”. “Nos recuerda que Dios se ha hecho verdaderamente carne. De manera que, respecto a Él, no son suficientes las teorías, los pensamientos hermosos y los sentimientos piadosos”. El Salvador, que nació pobre, “vivirá pobre y morirá pobre”, “no hizo muchos discursos sobre la pobreza, sino la vivió hasta las últimas consecuencias por nosotros”, expresa el Papa.

Los tres pedidos del Papa

Francisco exhorta a no dejar pasar esta Navidad sin hacer algo de bueno. Ya que es la fiesta, el cumpleaños del Mesías, “hagámosle a Él regalos que le agraden”, sugiere. “En Navidad, Dios es concreto, en su nombre hagamos renacer un poco de esperanza a quien la ha perdido”, aconseja

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