Santa Lucía garantiza aterrizajes 100% seguros incluso con niebla, polvo y lluvia

El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) podrá operar con el 100 por ciento de seguridad aún en condiciones de visibilidad reducida, neblina, niebla, bruma, polvo, tolvanera o lluvia muy fuerte.

La tecnología implementada garantizará que los controladores de tránsito aéreo y los pilotos conozcan su posición exacta en el aeródromo o en el aire, de modo tal que la visibilidad ya no estará determinada por los humanos, si no por “los sistemas electrónicos que nos lo van a decir todo”.

Rafael Islas, supervisor de la torre de control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y del AIFA, despejó cualquier duda sobre su operación.  A mes y medio de su inauguración, el especialista aseguró que podrán realizarse aterrizajes con rangos de 50 metros de visibilidad.

Con los aparatos tecnológicos utilizados, dijo, los cuales son de los más sofisticados de América Latina y algunos aeropuertos de Estados Unidos, el AIFA podrá combinar hasta 61 operaciones por hora, una por minuto.

—Desde el arranque del año iniciaron los trabajos de los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo, ¿tanto la torre como las pistas cumplen con los estándares que demandan para sus operaciones?

—Empezamos el primero de enero con un servicio que se llama de información de vuelos el cual avanzará una vez que operen en el aeródromo, ahorita únicamente es para aeronaves militares y aeronaves en sobrevuelo de Pachuca, Ciudad de México, Toluca y Querétaro, que son los aeropuertos que están a nuestros alrededores y están siempre controlados por nosotros, y no son operaciones que se originen precisamente en Santa Lucía.

santa lucia garantiza aterrizajes seguros

¿Con qué fin hacemos esto? Un aeropuerto tiene muchísimos sistemas, es muy complicado, inclusive ilustrar la cantidad de equipos necesarios, de sistemas que se tienen que integrar para que la operación de un aeropuerto sea segura, para eso estamos nosotros aquí.

Estamos probando cobertura de comunicaciones, integridad de equipos, de sistemas de ayudas a la navegación, de ayudas en tierra, y paulatinamente se van a ir integrando para que lleguemos a una condición de operación que es común en aeropuertos como Heathrow, que tiene en operaciones de baja visibilidad más de 200 días al año, aeropuertos como Ámsterdam.

Este aeropuerto está conceptualizado para que, aún con condiciones de visibilidad reducida, neblina, niebla, bruma, polvo, una tolvanera o una lluvia muy fuerte, podamos operar con el 100 por ciento de seguridad.

Los sistemas electrónicos que se están instalando aquí, así como los hay en Heathrow, en Ámsterdam, son equipos muy sofisticados, muy sensibles que le permiten al controlador de tránsito aéreo y al piloto de la aeronave conocer su posición exacta en el aeródromo o en el aire, de modo tal que la visibilidad, el hecho de tener la necesidad de ver la pista o de ver las calles de rodaje, ya no está determinada por la capacidad del piloto o del controlador para ver al aeronave, los sistemas electrónicos nos lo van a decir todo.