Dr Sergio Assia. Ahora que todos somos expertos en vacunas, la controversia esta sobre la mesa, ¿me revacuno o no?, tengo una de Astra, ¿me pongo una Pfizer?, solo alcancé Cansino, ¿me sirve o me pongo de otra?
Comencemos por el principio, se define eficacia de una vacuna al porcentaje de protección en condiciones, controladas en un estudio cerrado, así pues un estudio que reporta un 80% de eficacia de la vacuna X, significa que a la población que se le aplicó la vacuna tiene el 80% de riesgo de no padecer “la variable de interés”, en comparación con el grupo placebo, es decir al que no se aplicó nada, que puede ser enfermedad, hospitalización o muerte, esto se hace en condiciones y tiempos estrictos, esta variable y la población cambia con cada estudio, por eso no es fácil comparar entre vacunas porque son estudios diferentes, con diferentes condiciones en diferente tiempo de la pandemia.
Ahora definamos efectividad, que se refiere al grado de protección en población abierta, números que cambian notablemente del estudio original.
Nuestra vacuna de 80% de efectividad, no significa que solo va a funcionar el 80% del tiempo, significa que 80% menos de la población vacunada se enfermará cuando esté en contacto con el virus, en comparación con la no vacunada.
Las vacunas requieren un tiempo para ejercer plenamente la protección, se requiere que pasen al menos 2-3 semanas después de haber terminado el esquema, ya sea de una, dos o tres dosis.
No es lo mismo vacunación que protección, depende del manejo del biológico, de la edad del sujeto y de su estado inmunológico, eso se define como inmunogenicidad, que es muy variable.
Ninguna vacuna contra ninguna enfermedad protege al 100%, ni dura toda la vida la protección, por ejemplo, la vacuna contra tosferina dura 4-6 años, la difteria 10 años, y requerirán refuerzos. No nos gusta que se reporten efectividades del 80-85% en la vacuna COVID, pero por ejemplo la vacuna de influenza cuando tiene 60% de protección decimos que es extraordinariamente potente, la protección es variable cada año, dependiendo de la mutación del virus, en algunos años ha sido de poco mas del 6% de los vacunados y aún así, el riesgo de hospitalización si llegas a enfermar después de vacuna de influenza es del 30% de los no vacunados y 75% menos de ingresos a cuidados intensivos, nada para presumir, pero aún así son millones de casos menos en las clínicas, en los hospitales y en las funerarias, con eso vivimos y tenemos que vacunarnos.
Hablando de vacunas contra el Coronavirus, tenemos en poco tiempo un menú muy grande de biológicos, con plataformas de desarrollo muy variadas e innovadoras, como las que usan RNA mensajero del virus, que enseña a la célula a fabricar partículas del virus y esto genera una robusta respuesta inmune, como la Pfizer o Moderna, aquellas que usan un caballo de Troya para presentar las partículas virales como Astra, Sputnik V, Johnson & Johnson y Cansino, las que tienen partículas virales como Novavax, o virus inactivados como la Sinovac.
La eficacia contra enfermedad varía del 50% al 96% entre ellas, sin embrago prácticamente todas protegen mas del 85% contra hospitalización y muerte, en esquemas completos, lo cual es extraordinario y ya vemos los resultados en las estadísticas, ha habido picos muy grandes de contagios con mucho menos hospitalizaciones y fallecidos.
La controversia surge con la evidencia que los niveles de anticuerpos decaen con el tiempo, y aparecen variantes como Delta que disminuyen la efectividad de las vacunas, sin embrago hasta ahora la protección conferida es suficiente y las agencias reguladoras, solo recomiendan la revacunación de terceras dosis en personas mayores y aquellas con padecimientos debilitantes.
Las vacunas son escasas y existen grandes grupos que no tienen ninguna, no pensemos aún en terceras dosis antes de vacunarnos todos en el mundo.
No hay recomendaciones para revacunaciones en general para COVID en nuestro país, lo que es correcto dado que aun faltan muchos grupos por vacunar, creo que la mejor conducta es ceñirnos a las indicaciones de las autoridades de salud, vacunarnos cuando nos toque y con la vacuna que nos toque y con la seguridad de que estaremos protegidos no contra síntomas de la enfermedad, pero sí contra enfermedad grave y muerte, que no es poco.
No corras por conseguir la vacuna que te gustaría o la dosis que crees que te falta, sigamos utilizando y acatando las medidas de distanciamiento y uso de cubrebocas para disminuir aun mas el riesgo de contagio, en tanto llega la anhelada inmunidad de rebaño.
Nos vemos la próxima semana, ánimo!.
@sergioassia