La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Tlaxcala, Jakqueline Ordoñez Brasdefer, y funcionarios convirtieron la crisis migrante en un show mediático. Entraron a una casa de campaña “para sentir lo que viven los migrantes”.
Este gesto, lejos de generar empatía, fue interpretado como una banalización de la difícil realidad que enfrentan miles de personas en su tránsito por México.
Las imágenes del momento se viralizaron rápidamente en redes sociales, donde usuarios expresaron su indignación.
“El dolor ajeno no es escenario para protagonismos baratos”, fue uno de los comentarios más recurrentes.
Este gesto, lejos de generar empatía, fue duramente criticado en redes sociales, donde usuarios señalaron que el dolor ajeno no debe ser escenario para protagonismos baratos.
La situación de los migrantes en tránsito por México es delicada y requiere atención seria, no simulacros que banalizan su sufrimiento.
¿Qué opinas? ¿Fue un acto de solidaridad o un intento fallido de imagen pública?
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