Este lunes se lleva a cabo la despedida de la reina Isabel II en Edimburgo, donde miles de personas observan el paso del cortejo fúnebre por las calles de Escocia. Se espera que los restos de la reina lleguen a la catedral gótica de Saint Giles.
Acompañada del nuevo rey Carlos III, y sus hermanos, Ana, Eduardo y Andrés, y cañonazos cada minuto desde el castillo de Edimburgo, los restos de la reina pasaron por la avenida más antigua de la ciudad donde se instaló la capilla ardiente.
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Una vez que la reina llegue a la catedral, permanecerá 24 horas para que la gente pueda ir y darle el último adiós a la que reinó durante más de 70 años la Gran Bretaña. Se espera que tras este evento, los restos sean trasladados a Londres mañana.
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Alrededor del cortejo funebre se pueden observar guardias del Regimiento de Escocia. Igualmente, se pudo observar la presencia de los hijos de Isabel II y el vicealmirante Tim Laurence, marido de la princesa Ana, al igual que la reina consorte, Camila, y Sofia, esposa del príncipe Eduardo.
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En el ataúd de la reina, hay un estandarte real de Escocia y una corona de fresias blancas, crisantemos, brezos, cardos, romero, flores de hebe y de pitosporo.