Víveres donados en la Ciudad de México para damnificados de los terremotos ocurridos el 6 de febrero en Turquía, nunca llegaron a su destino, así lo reveló una investigación de la periodista Pamela Cerdeira.
La periodista colocó un rastreador AirTag de Apple en una bolsa de arroz y en un paquete de papel higiénico, los cuales donó en el centro de acopio instalado por el gobierno capitalino en el Zócalo, lo cuales serían enviados a las víctimas en Turquía.
La conductora narró, con el objetivo de conocer el paradero de los productos donados, solicitó al organismo de transparencia de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México el destino de todo lo donado por los mexicanos.
Los datos proporcionados fueron los siguientes: recaudaron 30 toneladas de víveres que fueron llevados al hangar de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en Santa Lucía, y de ahí se fueron directo a Turquía.
Sin embargo, Pamela Cerdeira descubrió que esa información no coincidía con la información que le arrojaban los rastreadores colocados en el papel y el arroz, ya que marcaba que continuaban en la Ciudad de México.
La comunicadora se dio a la tarea de localizar los productos, descubriendo que el arroz fue llevado al almacén de la Secretaría de Finanzas y el papel de baño a las oficinas de la Secretaría de Gobierno; pero no fue su destino final, pues el papel acabó en un mercado de Tacuba y el arroz llegó a una escuela donde hay “un banco de alimentos de un diputado”.