Netflix sacó a la luz la historia de “La Chica del Vaticano” basada en el caso real de Emanuela Orlandi, una joven de 15 años, hija de un empleado del Vaticano que desapareció en Roma en 1983, noticia que conmocionó a Italia y a todo el mundo.
El 22 de junio de 1983 Emanuela Orlandi regresaba sola a casa tras una clase de flauta en Roma, pero nunca llegó. Durante décadas, el mundo se ha preguntado: ¿Qué le pasó a Emanuela Orlandi?”
Ayer dio a conocer el Vaticano que se ha reaberto la investigación sobre la desaparición ocurrida en 1983, meses después que un nuevo documental de Netflix mostrara todas las pistas y teorías de lo que ocurrió, arrojar nueva luz sobre el caso y después que su familia solicitó al Parlamento italiano que apoye la causa.
Alessandro Diddi fiscal del Vaticano, abrió un expediente por la desaparición de Emanuela Orlandi, basado en parte “en las solicitudes hechas por la familia en varios lugares”, indicó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
La historia
Emanuela Orlandi desapareció el 22 de junio de 1983 al salir del apartamento de su familia en la Ciudad del Vaticano para acudir a una clase de flauta en Roma. Su padre era un empleado laico de la Santa Sede.
Su desaparición ha sido uno de los misterios perdurables del Vaticano y ha sido vinculado con varios acontecimientos, entre ellos el complot para asesinar a San Juan Pablo II y un escándalo financiero que involucra al banco del Vaticano hasta el bajo mundo del hampa de Roma. También ha estado rodeada de numerosas teorías, desde la implicación de hombres de la Curia, hasta la “Banda de la Magliana”, la mafia de Roma, o incluso el terrorista turco que atentó en 1981 contra Juan Pablo II, Ali Agca.
“La chica del Vaticano” explora diferentes escenarios y además exhibe un nuevo testimonio de una amistad que afirma que Emanuela le había dicho una semana antes de desaparecer que un clérigo de alto rango del Vaticano le había hecho insinuaciones sexuales.
La familia de Emanuela Orlandi lleva casi cuarenta años buscando a la chica y las autoridades vaticanas han accedido en los últimos tiempos a abrir ciertos espacios en busca de eventuales restos, aunque sin éxito.
En 2012, la familia Orlandi pidió una investigación cuando se encontraron restos óseos sin identificar al lado de la tumba en la basílica de San Apolinar de Enrico De Pedis, el jefe de la “Banda de la Magliana”, la mafia de Roma durante las décadas de 1970 y 1980.
En 2019, el Vaticano abrió las tumbas de dos princesas alemanas en el cementerio teutónico del vaticano después de que la familia recibiera una carta anónima con una foto del panteón y el mensaje “busquen donde apunta el ángel”. Las tumbas estaban vacías.