EFE. Madrid.-El restaurante español Mugaritz, que cuenta con dos estrellas Michelin y es liderado por el chef Andoni Luis Aduriz, ha suscitado una fuerte polémica por su plato “cocido mímesis”, que se asemeja a un feto de tres meses de gestación, rodeado por un gel que da la impresión de ser líquido amniótico, el fluido que rodea al bebé en el vientre materno.
En realidad, según ha explicado este martes el propio restaurante, el plato es parte del proceso de investigación de Aduriz en su intento de «explorar los límites de la contradicción humana» y «nunca ha formado ni formará parte de la propuesta gastronómica de Mugaritz». Desde el restaurante también han lamentado que las imágenes difundidas «hayan podido herir sensibilidades».
La polémica surgía hace unos días a partir de una entrevista a Aduriz realizada por la agencia EFE, en la que contaba que el cocinero había presentado en Madrid una versión del cocido «con una mímesis de un embrión humano de tres meses».
Asegura el chef que tiene entre sus elementos una almendra como cabeza, un fruto seco crocante que al ser mordido cruje, simulando lo que podría ser el sonido de un cráneo.
Había sido unos días antes, en las jornadas que organiza el chef Juanjo López Bernad, de La Tasquita de Enfrente de Madrid, en las que invita a otro cocinero a versionar el tradicional cocido madrileño.
Sin embargo, para la difusión de la entrevista de EFE, varios medios utilizaban una fotografía de estudio antigua, de una serie de platos experimentales de Mugaritz que tenía como temática «el origen de la vida». Una publicación que provocaba la rápida reacción del Instituto de Política Social (IPSE), una entidad cívica que tiene como misión «la promoción de la familia, el derecho a la vida, la defensa de la maternidad y la libertad religiosa».
En un comunicado, desde el IPSE pedían a Aduriz que eliminara de su carta «inmediatamente» el plato denominado «Cocido mímesis de un embrión humano» por «burlarse del drama del aborto» a la par que comenzaba una campaña de firmas para respaldar su petición. Ante la falta de respuesta por parte de Aduriz, la entidad endurecía sus exigencias y daba un «ultimatum» al restaurante, advirtiéndole de que si no retiraban el plato les denunciarían «por incitación al odio y por atentar contra la dignidad de 99.149 niños abortados en España».
La respuesta del restaurante ha llegado, finalmente, a través de su cuenta de Twitter, en la que ha explicado que «el plato que se está difundiendo nunca ha formado ni formará parte de la propuesta gastronómica de Mugaritz». Además, también ha añadido que «se trata de un concepto que forma parte de la colección de platos tabú de Mugaritz que se utilizan como ejercicio interno para explorar los límites de la contradicción humana y no como parte del menú degustación en ninguna de las temporadas».
«Precisamente por ese motivo, solo se ha mostrado en pequeños encuentros que permitían generar un contexto de diálogo y reflexión, tales como seminarios universitarios, eventos privados u otros foros», han explicado desde el restaurante Mugaritz.
En las más de dos décadas al frente de Mugaritz, la propuesta gastronómica de Andoni Luis Aduriz se ha caracterizado por explorar los límites de la gastronomía. Por sus mesas han pasado propuestas que coqueteaban con la insipidez, que invitaban a probar lo que parecía una tostada de pan enmohecido (en realidad estaba inoculado con el hongo que produce los quesos azules) o que obligaban a reflexionar sobre el paso del tiempo con unos tornillos oxidados comestibles.
Fruto de ese proceso creativo han surgido algunas creaciones que el propio cocinero denomina «Tabú» y que casi nadie ha probado, como es el caso de «Origen», el nombre real del plato de la polémica , que, según ha explicado el restaurante «fue creado en 2015» y se trata de un molde de gominola hecho de pasta de habas y achiote con caldo de jamón y habas».
En su comunicado, desde el restaurante han explicado que «lamentamos profundamente que las imágenes e informaciones no verificadas que se han difundido por terceros, hayan podido herir sensibilidades». Mugaritz también aclara que «con ninguna de sus creaciones y bajo ningún pretexto persigue ese fin».
Una explicación insuficiente para el IPSE, que sigue considerando una «frivolidad reírse del drama que sufren multitud de familias y mujeres al pasar por un aborto» y que pide al chef una disculpa pública. Desde la entidad, que ha recogido más de 500 apoyos a su campaña, afirman que «no queremos llegar a ningún juicio sino que públicamente pidan perdón”