Puebla vivió al máximo la Semana Santa y después de dos años de suspensión, por la pandemia de Covid-19, volvió a las calles la Procesión de Viernes Santo con más de 120 mil personas que profesaron su fe.
Al filo de las 12 del día las imágenes de la Virgen de los Dolores, la Soledad, así como el Jesús de la tres caídas, Jesús Nazareno, el Señor de las Maravillas, el Señor de la Misericordia y el Niño Doctor de Tepeaca, salieron en procesión.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, acompañado del gobernador, Miguel Barbosa Huerta, el líder del Congreso, Sergio Céspedes Peregrina, y el rector de UPAEP, Emilio Baños Ardavín, encabezó la procesión.
Miles de poblanos atestiguaron el paso de las siete imágenes que participaron en la Procesión, algunos desde sus balcones lanzando papeles multicolores y otros en las banquetas aplaudiendo, resguardándose del sol bajo sus sombrillas y tomando agua embotellada.
El líder de la grey católica bendijo todos y cada uno de los altares que se colocaron en la ruta que siguió la procesión, así como las imágenes a escala del Señor de las Maravillas y dejó que los fieles se acercaran para recibir la imposición de la Santa Cruz.
Luego de tres horas de procesión por las calles del primer cuadro de la ciudad las 7 imágenes regresaron al atrio de la Catedral de Puebla acompañada de los miles de fieles católicos para escuchar la ultima reflexión del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.