El vegetarianismo es un hábito alimentario basado principalmente en el consumo de frutas y verduras. En otras palabras, una persona vegetariana no consume alimentos cuyo origen sea animal, como la carne o el pescado.
El vegetarianismo parece un estilo de alimentación nuevo, pero la realidad es que viene de muy atrás. En 1847, en Inglaterra, se estableció la primera sociedad vegetariana.
El 1 de octubre desde el año 1977 se instauró el Día Mundial del Vegetarianismo. Una manera de promover cambios en el estilo de alimentación de las personas.
7 razones para ser vegetariano y 2, pero de peso, para no serlo
Hay varias razones por las cuales, según la Asociación Americana de Dietética, la dieta vegetariana –o vegana- es sana y nutricionalmente adecuada. Enumeremos algunas:
- Proporciona beneficios para la salud en la prevención y el tratamiento de ciertas enfermedades. Una dieta vegetariana puede reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas gracias a la menor ingesta de grasa saturada y colesterol y la mayor ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, productos derivados de la soja, fibra y fitoquímicos.
- Bien planificada, es apropiada para todas las etapas del ciclo vital, desde el embarazo y la lactancia, pasando por la infancia y la adolescencia.
- Es también recomendable para los deportistas.
- Una buena dieta vegetariana incluye nutrientes claves como la proteína, los ácidos grasos omega-3, el hierro, el zinc, el yodo, el calcio y las vitaminas D y B-12. Si está bien planificada, una dieta vegetariana puede satisfacer las ingestas recomendadas actualmente para todos estos nutrientes.
- Los resultados de una revisión basada en la evidencia indicaron que una dieta vegetariana está asociada con un menor riesgo de muerte por cardiopatía isquémica.
- Las personas vegetarianas también parecen tener niveles más bajos de colesterol, de lipoproteínas de baja densidad (LDL), una presión arterial más baja, y tasas más bajas de hipertensión y diabetes tipo 2 que la población no vegetariana.
- Además, las personas vegetarianas tienden a presentar un índice de masa corporal más bajo y tasas de cáncer más bajas en conjunto.
Según el organismo estadounidense, las dietas vegetarianas no son universales. Los profesionales expertos en nutrición deben evaluar si la dieta que sigue una persona es la adecuada para él, en cada período de su vida.
Los profesionales de la salud alimentaria también deben educar a las personas acerca de cuáles son las fuentes específicas de nutrientes y cómo se preparan los alimentos para que sus propiedades y nutrientes no se alteren. No solo tomar la decisión sin conocimiento profesional.
Las Guías Alimentarias elaboradas recomiendan ingerir por día 150 gramos de carne, en las siguientes dosis: carne roja, dos veces por semana (no más de tres); pescado, dos veces por semana; carnes blancas, tres veces por semana. Además, considerar la ingesta de un huevo por día, sobre todo si se consume insuficiente cantidad de carne.
Los médicos y nutriólogos insisten en el necesario control médico periódico sobre los veganos, para medir la presencia de vitamina B12, los ácidos grasos omega 3, hierro, calcio, vitamina D, zinc y, en menor medida, las proteínas y el iodo.
Una de las deficiencias más frecuentes en los veganos es la “anemia megaloblástica por falta de vitamina B 12”. Esta carencia puede tratarse retomar los valores normales, pero si los controles de salud son escasos, no se podrá detectar la falta de esta vitamina, esencial para la salud neurológica, según el organismo.