Pruebas rápidas de Covid-19 más que ayudar, han perjudicado al sector de los salones sociales

Gabriela García

El decreto estatal vigente, que demanda practicar pruebas rápidas de detección de Covid-19 a los asistentes a un salón social, más que incentivar la reactivación económica del sector, ha provocado que sea inviable para los clientes realizar una celebración.

Así lo reveló el presidente de la Asociación Poblana de Salones y Jardines para Eventos (APSAJE), Daniel Pérez Varela, quien lamentó que esta actividad económica sea la única con este instrumento normativo en el estado.

Dijo que en el abril pasado, después de más de un año, vieron con alegría que las autoridades locales los voltearan a ver, pero desafortunadamente no fue de la manera en la que esperaban.

En conferencia de prensa, el dirigente empresarial indicó que esta medida ha provocado el surgimiento de un mercado negro en el que las pruebas llegan a superar hasta en un 200 por ciento el costo de sus servicios.

El empresario declaró que la pandemia causada por el Covid-19 está poniendo en riesgo su patrimonio, que en muchos casos, son legados familiares de décadas. En este sentido, agregó que los gastos fijos, como el pago de luz, agua potable, teléfono, internet, entre otros, no cesan. Así como los pagos anuales de licencias de funcionamiento, carpetas de Protección Civil y prediales.

Declaró que de acuerdo con datos del INEGI se tiene un registro de más de mil 500 salones en el estado, que en una época normal de trabajo proporciona empleo a más de 20 mil personas, entre meseros, cocineros, vigilantes y personal de limpieza. Y por otro lado, ventas superiores en temporada baja de más de 90 millones de pesos, mientras que en épocas de graduaciones o clausuras escolares, así como también en época decembrina se incrementa al doble.

Finalmente, al precisar que no hay espacios más seguros que sus salones, Pérez Varela pidió no satanizar las fiestas, pues son muchas familias las que dependen de este sector y si bien los contagios van al alza, no así las hospitalizaciones ni los decesos, pues la gente “ya sabe cuidarse” y el avance de la campaña de vacunación sigue ayudando.