Para los aztecas esta bebida representaba una fuente de sabiduría, energía, un bálsamo calmante y afrodisíaco.
Además, por si no sabías el cacao es un poderoso antioxidante que apoya a tu salud cardiovascular, retarda el envejecimiento, mejora la memoria, favorece la producción de endorfinas, lo cuál te ayudará a mejorar tu estado de ánimo, así como combatir tu estrés físico y mental.
Por si fuera poco, el cacao pueden prevenir el cáncer.
Y hablamos del cacao, natural, puro, sin aditivos ni azúcar añadida.
Cacao y chocolate no son sinónimos. El cacao es el ingrediente principal del chocolate. Al principio se tomaba en infusión, pero cuando llegó a Europa se le añadió azúcar y leche para reducir el sabor amargo.
El cacao puro es rico en magnesio y hierro (aunque este no se absorbe bien), y aporta calcio y fósforo.
Sobre todo destaca la cantidad de sustancias antioxidantes que aporta y que le han merecido una puntuación antioxidante de 95.000 unidades ORAC por cada 100 gramos de cacao (una taza de arándanos, conocidos por su gran poder antioxidante, tiene 13.427).
El chocolate comercial es un producto que acostumbra a contener azúcar, grasas de mala calidad o lácteos, entre otros ingredientes, si no es de la máxima calidad. Por eso es importante saber cómo elegir un chocolate saludable:
Siempre es mejor opción un chocolate negro, pero dentro de estos hay que saber elegir aquellos con mayor porcentaje de cacao.
Existen en el mercado chocolates negros que llevan en el envoltorio la leyenda de “chocolate puro” y cuando leemos la letra pequeña nos encontramos con que su contenido en cacao es del 50-52%. Esas tabletas contienen grandes cantidades de azúcar, no deberíamos ni siquiera considerar chocolates con un porcentaje de cacao por debajo del 70%, y aún en este porcentaje el contenido en azúcar es elevado.
La cantidad de azúcar del chocolate negro varía según su porcentaje de cacao, y aunque puede haber diferencias según la marca, aproximadamente, la cantidad de azúcar que contiene el chocolate de distintos porcentajes sería esta:
Chocolate 70% cacao: unos 29g de azúcar por tableta de 100g
Chocolate 85% cacao: unos 14g de azúcar por tableta de 100g
Chocolate 90% cacao: unos 7g de azúcar por tableta de 100g
Esto significa que si comes una porción de 20g de chocolate, si es chocolate del 90% de cacao estarás consumiendo menos de 1’5g de azúcar, lo cual es una cantidad muy reducida y por eso el chocolate de alto porcentaje de cacao es el aconsejado por los nutriólogos para aquellas personas a las que les gusta este dulce, y en este caso no habría problema en consumir un trozo a diario.
Con esos mismos 20g, en un chocolate de 70% de cacao, estaríamos tomando cerca de 6g de azúcar, lo que es algo menos de un sobre típico de 8g.
Si eres de los que considera que esos porcentajes de cacao hacen el chocolate demasiado amargo, puedes probar a ir subiendo poco a poco: empieza con un 70%, luego sube a un 80%, sigue con un 85% e intenta acabar en un chocolate con un porcentaje de cacao de 90% o superior.
El paladar es capaz de adaptarse y disfrutarás del verdadero sabor del chocolate y te creará mucha menos ansiedad que aquello que contienen grandes cantidades de azúcar.
Cacao en polvo
Otro de los productos derivados del cacao más consumidos es el cacao soluble para añadir la leche o bebida vegetal. Las marcas más habituales, esas que tenemos todos en mente, con grumitos o sin grumitos, son en un 70% azúcar!. De ningún modo son una opción saludable ni apta para un consumo habitual.
Sin embargo es fácil de encontrar el cacao puro en polvo, que es 100% cacao. Ese cacao sirve tanto para añadir a nuestra bebida vegetal, como para repostería u otras preparaciones culinarias. Y evidentemente, es amargo.
De nuevo será necesario acostumbrar nuestro paladar, bajando el dulzor poco a poco (bien mezclándolo con los cacaos solubles tradicionales, bien añadiendo nosotros algún endulzante.
Lo ideal es que el porcentaje de cacao sea como mínimo del 70%, aunque si lo encontramos en nuestro comercio, siempre será mejor uno con un porcentaje de cacao del 85% y que no contenga azúcar.
Finalmente también es importante fijarse en el orden de los ingredientes en la etiqueta: conviene elegir chocolates en cuya etiqueta figure como primer ingrediente el cacao, y luego la pasta de cacao o la manteca de cacao. Como último ingrediente tiene que figurar el endulzante y algún ingrediente como la vainilla, por ejemplo.
Evita los chocolates que lleven ingredientes como azúcar, leche, soya…