Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el papa León XIV dirigió este 25 de diciembre su tradicional mensaje de Navidad y la bendición Urbi et Orbi. En una alocución marcada por la urgencia de la reconciliación, el pontífice afirmó que el nacimiento de Jesucristo representa el origen de la paz verdadera, pero advirtió que esta solo puede alcanzarse mediante la responsabilidad personal.
Para el Santo Padre, la Navidad es mucho más que una festividad espiritual: es un mandato ético que exige amar, perdonar y solidarizarse activamente con quienes más sufren.
Un llamado a la paz mundial y a la justicia
El mensaje del papa León XIV trascendió la espiritualidad individual para convertirse en una hoja de ruta geopolítica. El pontífice hizo un repaso por las “heridas del mundo”, nombrando específicamente las regiones que claman por una intervención humanitaria y política:
- Pidió soluciones urgentes para las guerras en Ucrania y Medio Oriente.
- Recordó la inestabilidad y el sufrimiento en América Latina, Myanmar, Sudán y Haití.
- Hizo un énfasis especial en aquellas guerras que ya no ocupan los titulares de prensa, pero que siguen cobrando vidas.
“Al Niño de Belén imploramos paz y consuelo para las víctimas de todas las guerras que se libran en el mundo, especialmente aquellas olvidadas; y para quienes sufren a causa de la injusticia, la inestabilidad política, la persecución religiosa y el terrorismo”, sentenció el papa.
Exigencia a la comunidad internacional
Bajo la inspiración del Niño Jesús como símbolo de vulnerabilidad y esperanza, el papa León XIV hizo un llamado directo a los líderes políticos:
- Instó a abandonar las armas en favor de la mesa de negociación.
- Señaló que no puede haber paz sin un compromiso real contra la injusticia y el hambre.
- Pidió apoyo para los pueblos afectados por desastres naturales y crisis climáticas.
“Hoy, desde el cielo, ha descendido la paz sobre nosotros”, recordó el papa citando la liturgia navideña, pero subrayando que esa paz debe ser construida por las manos de los hombres a través del amor misericordioso.
La Navidad como luz y esperanza
El papa León XIV concluyó su mensaje invitando a la humanidad a ver la llegada de Jesús como una luz que vence las tinieblas del odio y la violencia. Con su bendición apostólica, el Pontífice cerró los actos centrales de la Navidad 2025, dejando un mensaje claro: la paz es posible, pero requiere el compromiso inquebrantable de cada individuo y de la comunidad internacional.
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