El papa Francisco retiró a los responsables de los países trabajar por la paz para “un futuro lleno de cunas, no de tumbas”, lo anterior durante su vista a Budapest.
Ante más de 50 mil personas celebró la misa en la Plaza Kossuth Lajos de la capital de Hungría, donde instó a ser como Jesús, “una puerta que nunca se le cierra en la cara a nadie”.
El pontífice, al pie de la Virgen Magna Domina Hungarorum, venerada como patrona y protectora de Hungría, pidió por todo el continente europeo, desgarrado por conflictos, divisiones y tensiones.
“Santísima Virgen, mira a los pueblos que más sufren. Mira sobre todo al cercano y martirizado pueblo ucraniano y al pueblo ruso, consagrados a ti”, destacó.
El papa pidió a la reina de la paz “infunde en los corazones de los hombres y de los responsables de las naciones el deseo de construir la paz, de dar a las jóvenes generaciones un futuro de esperanza, no de guerra; un futuro lleno de cunas, no de tumbas; un mundo de hermanos, no de muros”.
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