Gabriela García.
Con la inminente llegada de la Nochebuena, las panaderías y hornos tradicionales de Puebla están viviendo su temporada de oro. Estos establecimientos han registrado un incremento significativo en los pedidos de pan, consolidándose como uno de los productos más solicitados para la cena del 24 de diciembre y las posteriores reuniones familiares de fin de año.
El representante del sector panadero, Juan Pérez Martínez, destacó la magnitud de este auge. Explicó que la demanda se dispara de tal forma que, mientras en una temporada regular un “hornito” puede vender entre 200 y 300 piezas diarias, durante estas fechas especiales, las ventas se llegan a triplicar, alcanzando picos de 600 o hasta 700 piezas por día.
“Los panaderos ya se encuentran en fase de preparación para que el 24 de diciembre la torta esté lista y se entregue puntualmente a los clientes,” afirmó Pérez Martínez.
La Torta de Agua y Manteca: El Acompañante Perfecto
La alta demanda comenzó a notarse desde la segunda quincena de diciembre, enfocándose principalmente en la torta de agua y la torta de manteca. Estos panes tradicionales de Puebla son esenciales en la mesa poblana, ya que son el complemento ideal para platillos típicos y de temporada como los romeritos, el bacalao, el pavo y la pierna.
Los establecimientos han señalado que, debido a la previsión de los consumidores, la mayoría opta por realizar sus pedidos con anticipación para garantizar la disponibilidad del pan. Para poder atender esta masiva solicitud, la producción aumenta considerablemente y los horarios de trabajo se extienden, llegando, en algunos casos, a operar de manera casi continua durante las 48 horas previas a la celebración.
Preservando la Tradición y Generando Empleo
Panaderos poblanos coinciden en que la temporada navideña no solo es uno de los momentos más relevantes del año para el sector en términos económicos, sino que también contribuye activamente a la preservación de las recetas tradicionales que definen el sabor de Puebla.
Asimismo, esta temporada impulsa la generación de empleos temporales, reafirmando la importancia social y económica del pan como un elemento esencial e irremplazable en las tradicionales celebraciones de Nochebuena en el estado.
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