Gabriela García Muñoz
Los precios de los disfraces han experimentado un aumento significativo este año, reflejando una tendencia que combina la inflación general con la creciente demanda de trajes cada vez más elaborados.
En el mercado local, los disfraces más sencillos para niños comienzan en los 300 pesos, mientras que los conjuntos más sofisticados pueden alcanzar fácilmente los 1,500 pesos o más.
Para los adultos, la situación no es muy diferente. Un disfraz de calidad media oscila entre los 800 y 2,000 pesos, dependiendo de la complejidad y los materiales utilizados. Los aficionados a la caracterización más detallada pueden encontrarse gastando hasta 5,000 pesos en trajes de alta gama que incluyen accesorios y maquillaje profesional.
La tradición del Día de Muertos no escapa a esta tendencia. Los elegantes trajes de catrinas y catrines, que se han vuelto emblemáticos de la celebración mexicana, pueden variar desde los 1,000 pesos para versiones básicas hasta más de 3,000 pesos para aquellos que buscan un look auténtico y detallado.
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caras