El ataúd de Isabel II, ante el cual desfilarán cientos de miles de personas para su funeral, está hecho de roble inglés y forrado de plomo y fue elaborado hace más de 30 años, explicó el diario Los tiempos.
El público no podrá ver la cara de la reina cuyo féretro será cerrado y cubierto con el estandarte e insignias reales.
Según The Times, el ataúd de Isabel II está hecho de roble inglés y revestido de plomo. como la de su marido, el príncipe Felipe murió en abril de 2021.
La compañía funeraria de Londres Leverton and Sons, a cargo del funeral real, explicó al diario británico hace cuatro años que no sabían cuándo ni quién fabricó los dos ataúdes.