Eutanasia: La historia de un hijo que ayuda a su madre a tener una “muerte digna” en Colombia.

Martha Sepúlveda vive en Colombia y en enero cumplió 51 años.

Martha dice estar feliz ya que el domingo 10 de octubre le pondrá fin a su vida a las 7 de la mañana. Se le ve feliz, comiendo en restaurantes de Medellín debido a que la justicia le dio permiso de acabar con su vida por medio de la eutanasia.

En Colombia la eutanasia esta despenalizada desde 1997, pero fue hasta 2015 cuando se convirtió en ley. En total en el país se han realizado 157 procedimientos. Sin embargo el mes de julio pasado la justicia colombiana declaró que se podía practicar la eutanasia a aquellas personas con “un intenso sufrimiento psíquico o físico” debido a haber sufrido una lesión o padecer una enfermedad incurable.

Lo impactante de esta historia es que Martha es la primera en ser aceptada a realizar este procedimiento sin padecer una enfermedad terminal. Ella sufre de Esclerosis Lateral Amiotrófica, una condición incurable y que en sus propias palabras es un tormento. Su muerte se produciría de forma lenta y dolorosa y ella considera que es un futuro desgarrador.

Debido a lo anterior su hijo Federico, luchó para que a su mamá se le permitirá practicar la eutanasia y lo logró. Esto le devolvió la alegría a su madre ya que ella se considera una mujer que no le teme a la muerte, sino a la forma en la que morirá, por lo que saber que su muerte será sin dolor le trae paz.

La esclerosis en una etapa avanzada generaría que ella este postrada en cama, sin poder hablar, o comer, y Martha considera que esto es algo sumamente doloroso e indigno. Poco a poco se han ido presentando lo síntomas de esta enfermedad, impidiéndole caminar por sí mismo, incluso haciendo que las actividades más básicas como bañarse o comer fueran algo imposible para ella.

Su hijo en un inicio no podía concebir el perder a u madre, sin embargo el se considera una persona muy liberal y cree que el derecho a la eutanasia es un derecho que todos deberían tener. Al principio nos cuenta que no la quería dejar ir ya que su vida gira en torno a ella, pero considera que esta perspectiva es muy egoísta y prefiere que su madre deje este mundo de una forma digna.

Su partida el próximo domingo deja tranquilo a su hijo, aunque aclara que pese a que apoya y entiende la elección de su madre, la extrañará ya que su vida no volverá a ser la misma después del domingo 10 a las 7 de la mañana.