En los últimos días, ha salido a la luz un caso de violencia de género que ha conmocionado a la comunidad universitaria y al público en general. Este caso involucra a Alan N., un estudiante de agronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), y a una joven originaria de Veracruz, quien fue víctima de maltrato durante casi un año.
La víctima, identificada como Susyl N., decidió romper el silencio y denunciar los hechos, compartiendo su experiencia y evidencias, incluyendo un video que captó los actos de violencia.
El Caso de Susyl N. y Alan N.: Una historia de maltrato y denuncia
Susyl N., una joven que llegó a Puebla para continuar sus estudios, relató el terror que vivió durante casi un año en manos de su entonces pareja, Alan N. Según su testimonio, el maltrato comenzó en abril de 2024, cuando Alan la golpeó por primera vez.
A pesar de que Susyl buscó el apoyo de la familia de su agresor, no recibió ayuda alguna. En ese momento, decidió no denunciar, pero logró captar en video uno de los episodios de violencia, lo que posteriormente se convertiría en una prueba crucial.
En octubre del mismo año, la situación escaló. Alan N. se volvió más violento, llegando a amenazar a Susyl con frases como: “¿Quieres que te rompa tu madre, eso quieres?”.
A pesar de las súplicas de Susyl para que la dejara en paz, Alan continuó con los actos de agresión, lo que finalmente la llevó a presentar una denuncia formal ante las autoridades correspondientes.
La respuesta de la UPAEP y la baja de Alan N.
Ante la denuncia, la UPAEP emitió un comunicado en el que reafirmó su compromiso con la promoción del respeto y la condena de cualquier acto de violencia, especialmente la violencia de género. La universidad destacó que promueve espacios de justicia y paz dentro de su comunidad y que, al conocer la denuncia, activó el Sistema de Integridad, responsable de atender estos casos.
Como resultado de la intervención, Alan N. solicitó su baja de la institución, la cual se hizo efectiva el 3 de marzo de este año. La UPAEP también señaló que se mantendrá atenta al desarrollo del caso, que continuará siendo tratado por las instancias judiciales correspondientes, y reafirmó su compromiso con el bienestar de la comunidad universitaria.
El impacto del caso en la comunidad
Este caso ha generado un gran impacto en la comunidad universitaria y en la sociedad en general. La denuncia de Susyl N. no solo ha expuesto los actos de violencia que sufrió, sino que también ha puesto en evidencia la importancia de contar con mecanismos efectivos para prevenir y sancionar la violencia de género.
Además, Susyl ha denunciado que, desde que presentó la denuncia formal, Alan N. ha creado perfiles falsos en redes sociales para acosarla y molestarla. Esto ha generado un clima de temor e inseguridad para la víctima, quien teme por su vida y ha pedido apoyo para que se haga justicia.
El llamado a la acción y la concientización
Este caso ha servido como un llamado a la acción para que las instituciones educativas y la sociedad en general refuercen los mecanismos de prevención y atención a la violencia de género. La UPAEP ha señalado que seguirá fortaleciendo los mecanismos para garantizar ambientes de respeto, equidad y justicia dentro de su comunidad.
Además, Susyl ha hecho un llamado a quienes posean más información sobre Alan N. para que lo denuncien, destacando la importancia de no proteger a quienes son “feminicidas en potencia”. Este caso también ha resaltado la importancia de que las víctimas de violencia denuncien y busquen apoyo, ya que el silencio solo perpetúa el ciclo de abuso.
Un caso que debe marcar un precedente
El caso de Susyl N. y Alan N. es un recordatorio de la importancia de tomar acciones concretas para prevenir y sancionar la violencia de género. La denuncia de Susyl, respaldada por evidencia como el video que captó los actos de maltrato, ha sido crucial para exponer la gravedad de la situación y para que las autoridades y la institución educativa tomen cartas en el asunto.
Es fundamental que casos como este no queden en el olvido y que sirvan como un precedente para que otras víctimas de violencia se sientan apoyadas y seguras al denunciar. La UPAEP ha dado un paso importante al activar su Sistema de Integridad y al garantizar que se sigan los protocolos necesarios, pero es responsabilidad de todos seguir trabajando para erradicar la violencia de género en todos los ámbitos.
En resumen, este caso no solo ha expuesto los actos de violencia que sufrió Susyl N., sino que también ha generado un importante debate sobre la necesidad de contar con mecanismos efectivos para prevenir y sancionar la violencia de género. Es un llamado a la acción para que las instituciones educativas, las autoridades y la sociedad en general trabajen juntas para garantizar ambientes seguros y libres de violencia para todos.
Noticias Puebla De varias puñaladas asesinan a un hombre en la Mixteca poblana