Fernando Aguilar
¿No les ha sucedido que escuchan una canción y les gustaría poder tocar un instrumento justamente con esa canción?, es mi caso cuando escucho “Another one bites the dust” de “Queen” y pienso que debe ser fabuloso tocar el bajo, especialmente como lo hace John Deacon.
En mi oído musical, sabía que había un sonido muy especial que más allá de la batería, marcaba el ritmo de las canciones, supe que era el bajo cuando mi hijo Fernando empezó a aprender a tocarlo y desde entonces amo el sonido de este instrumento.
Por otro lado, deben saber (si no son de mi generación), que los discos de larga duración tardaban en llegarnos después de que aparecían en Estados Unidos, ya ni qué decir si eran lanzados en Inglaterra. Así que tener un “disco importado” era muy valioso porque significaba que te estabas anticipando a tenerlo antes que todos tus conocidos.
Mi Tío Carlos Campos me regaló el casete de “The game”, fue la primera vez que tenía un casete como parte de mi colección de discos/casetes y definitivamente no me sentí a gusto (a pesar de que era “importado”) y eventualmente compre el vinyl. Y en ese disco viene la canción escrita por John Deacon: “Another one bites the dust” que se convertiría en su momento en el sencillo más vendido de “Queen” con ventas internacionales de más de un millón de copias.
Un día como hoy de 1980, “The game” se convertía en el tercer álbum de “Queen” en llegar al primer lugar de las listas. Mientras que “Another one bites the dust” se ubicó en el primer lugar de preferencias en Estados Unidos, Argentina, Canadá, Chile, España, etc. y número 7 en Inglaterra.
Gran aceptación tuvo la canción y marcó la tendencia para que la banda británica incorporara el género disco y el dance que quedó completamente de manifiesto con el disco “Hot space”.
“Another one bites the dust” fue escrita y armonizada pensando en que fuera cantada con Michael Jackson, “Queen” no la consideró suficientemente buena y sería Michael quien los convenciera que la lanzaran y ya después la grabarían juntos… el tiempo no lo permitió.
Nos ponemos de pie para escuchar al maestro del bajo: Mr. John Deacon…