Miles de fieles de 131 países se congregaron este domingo en la Plaza de San Pedro del Vaticano para participar en la primera gran celebración del Jubileo 2025 presidida por el Papa León XIV. Banderas y pancartas con lemas como “Papa León, protege la familia” llenaron de color y fervor el corazón de la cristiandad.
“El matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer”, afirmó el Papa.
El matrimonio como modelo de amor fiel y fecundo
Durante su homilía, el pontífice se apoyó en la encíclica Humanae Vitae para recordar que la unión entre hombre y mujer es la base de una familia auténticamente cristiana. Destacó su carácter total, fiel y abierto a la vida.
“Todos nosotros vivimos gracias a una relación: un vínculo libre y liberador de humanidad y cuidado mutuo”, subrayó.
Crítica al uso distorsionado de la libertad
El Papa León XIV advirtió sobre el uso indebido del concepto de libertad cuando se justifica con él la eliminación de la vida. Si bien no lo mencionó explícitamente, sus palabras aludieron a temas sensibles como el aborto y la eutanasia.
“Es cierto que, a veces, esta humanidad se ve traicionada. Cuando se invoca la libertad no para dar vida, sino para quitarla…”
Ejemplos de santidad conyugal
En su mensaje, el Papa citó el testimonio de familias santas como los beatos Luis y Celia Martin y la familia Ulma, que dieron su vida protegiendo a judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Los propuso como modelos de fe y coraje conyugal.
“El mundo de hoy necesita la alianza conyugal para conocer y acoger el amor de Dios”, sentenció.
Saludo a niños, abuelos y ancianos
Previo a la misa, el pontífice saludó a los asistentes desde su papamóvil, bendijo a decenas de niños e interactuó con la multitud con calidez. Al concluir, dirigió el rezo del Regina Caeli y ofreció palabras especiales a los más jóvenes y a los mayores.
“Los niños reviven la esperanza y los ancianos son modelos de fe e inspiración”, expresó con emoción.
Inicio simbólico de su pontificado en el Año Santo
Esta misa marca el primer gran acto litúrgico de León XIV desde su elección el pasado 8 de mayo. Con este evento, el Papa sella un mensaje claro: su pontificado tendrá como eje central la defensa de la familia, la vida y los valores cristianos fundamentales.
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