Seguramente disfrutas mucho al comer frijoles, lentejas, habas, garbanzos, ayocotes, alubias…y mucho más si recuerdas esos platos en casa de tu mamá o de tu abuela.
El 10 de febrero se designó al Día Mundial de las Legumbres, fecha estipulada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el objetivo de mantener vivo el impulso positivo de estas plantas leguminosas que son saludables, nutritivas, ricas en proteínas y cuyo cultivo mejora la fertilidad del suelo. Hoy te diremos todos los beneficios que te ofrece, no solo son deliciosas sino que también puedes combinarlo con otros alimentos y comerlas en cualquier época del año.
Las legumbres son un tipo de leguminosas que se cosechan únicamente para obtener la semilla seca. Los frijoles secos, lentejas y chícharos son los tipos de legumbres más comúnmente conocidos y consumidos.
Las legumbres no incluyen los cultivos que se cosechan verdes (por ejemplo, chícharos verdes, ejotes verdes), ya que estos se clasifican como hortalizas.
Las legumbres son cultivos esenciales por numerosas razones. Están llenos de nutrientes y tienen un alto contenido de proteínas, por lo que son una fuente ideal de proteína, en particular en regiones donde la carne y los lácteos no son física o económicamente accesibles.
1. Son ricas en fibra. Esto mejora nuestra salud intestinal, reduce el colesterol en sangre y, por tanto, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Las legumbres tradicionales que más fibra contienen son los frijoles pintos con hasta un 25%, seguidas de las alubias con un 23%, los garbanzos con un 15% y las lentejas con un 11%.
2. Son el aliado perfecto para las dietas. Esto se debe a que son bajas en grasas y aportan una gran saciedad al ingerirlas.
3. Son aptas para todos los `públicos*. No contienen gluten, así que los celiacos pueden disfrutar con total tranquilidad de ellas. Además, están especialmente recomendadas para los diabéticos, ya que ayudan a controlar el azúcar en sangre y los niveles de insulina, así como para embarazadas, pues son una fuente de folato -tipo de vitamina B-, que ayuda a prevenir anomalías en los bebés durante el embarazo.
4. Son una fuente de innumerables minerales. Nos aportan calcio, fósforo, cinc, hierro, magnesio, yodo y potasio (¡tanto como un plátano!). Todos estos minerales son esenciales para un buen funcionamiento del sistema neuromuscular.
5. Son el alimento de origen vegetal de mayor valor proteico.
6. Son beneficiosas para el ecosistema y la producción agrícola. Las legumbres fijan el nitrógeno de la atmósfera en el suelo, lo que contribuye a mejorar la fertilidad y la productividad de las tierras de cultivo. Esto hace que no sean necesarios los fertilizantes sintéticos que aportan nitrógeno al suelo y que son contaminantes, por lo que estos alimentos también ayudan a mitigar el cambio climático y el calentamiento global, indican desde Naciones Unidas.
Un mexicano en promedio, consume alrededor de 8-10 kilogramos de frijol anualmente.