En el aeropuerto de Querétaro fueron detectados cuatro cráneos humanos, motivo por el que fueron asegurados por elementos de la Guardia Nacional.
El hallazgo se registró en una empresa de mensajería y paquetería, dentro de la terminal aérea, a través de rayos x.
Al abrir la caja cartón, descubrieron cuatro cráneos de diferentes tamaños, envueltos en plástico transparente y papel aluminio.
Los restos humanos, procedentes del municipio de Apatzingán, Michoacán, tenían como destino un domicilio en la ciudad de Manning, del estado de Carolina del Sur, en Estados Unidos de América.
Dichas piezas carecían de la documentación que amparara su legal procedencia y transportación.