El presidente de Corea del Sur, Yoo Suk-yeol anunció el comienzo de una semana de luto nacional y una investigación a “profundidad” sobre la estampida en fiesta de Halloween que dejó 154 personas muertas en Seúl.
El mandatario expresó sus condolencias y afirmó que una de las máximas prioridades es determinar las causas del accidente y brindar asistencia a los allegados de las víctimas, lo anterior mediante un discurso televisivo.
Calificó como “horrible” y “una tragedia que nunca debió haber ocurrido” en Itaewon, una zona de ocio, en una calle estrecha y empinada.
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