Beneficios de bañarse con agua fría

Muchos aseguran que darse a diario una ducha de agua fría puede tener beneficios para la salud: mejora la circulación, alivia el estrés y aumenta la vitalidad y la lucidez mental son algunas de las ventajas que más le atribuyen a este hábito. 

Tomar baños con agua fría trae beneficios fisiológicos: mejora la circulación y el sistema inmunológico, el cabello y la piel dejan de caerse, estimula el estado anímico, incrementa los niveles de energía, e incluso beneficios económicos por el ahorro de gas.

Y también te ayuda a ser más exitoso

Consiste en crear el hábito de superar la barrera de la duda, abatimiento y conmoción. Dejar de racionalizar los miedos para no retroceder ante situaciones de indecisión; en especial si el sufrimiento será fugaz.

Pero también se dice que puede ayudar a tratar la depresión y la ansiedad, reparar los músculos tras el ejercicio, quemar más grasa o incluso darle un impulso al sistema inmunológico. 

Lo que está claro es que el agua fría, al contacto con la piel, es un shock para el organismo: el cuerpo reacciona desencadenando una respuesta masiva al estrés, que hace que suba el ritmo cardíaco, aumente la circulación sanguínea y se libere adrenalina.

¿Cómo puede ayudar una ducha de agua fría  a adelgazar?

La explicación es muy sencilla. El descenso de la temperatura corporal tras la aplicación de agua fría ayuda a activar el tejido adiposo, de manera que la grasa se quema con muchísima más facilidad. Es una técnica que funciona muy bien a la hora de adelgazar y, además, mejora de manera notable la circulación y previene la celulitis.