Las vacunas contra COVID-19 de Pfizer y AstraZeneca son menos efectivas contra la variante delta, mostró un estudio a gran escala del Reino Unido en resultados que pueden impulsar la aplicación de una tercera dosis de refuerzo para personas completamente vacunadas.
“Estamos viendo aquí los datos del mundo real sobre el rendimiento de dos vacunas, en lugar de los datos de los ensayos clínicos, y todos los conjuntos de datos muestran cómo la variante delta ha mitigado la eficacia de las inyecciones de Pfizer y AstraZeneca”, apuntó Simon Clarke, profesor asociado de microbiología celular en la Universidad de Reading.
Aunque la segunda dosis de Pfizer/BionTech y AstraZeneca son capaces de evitar la mayoría de las infecciones por coronavirus, la vacuna ARN mensajero, se comprobó que la vacuna basada en el ARN mensajero perdió efectividad en los primeros 90 días después de la vacunación completa.
Pasados estos tres meses, muchas de las personas vacunadas con Pfizer y Astrazeneca y que se infectaron con delta, tenían niveles similares de virus en sus cuerpos que aquellos que no habían recibido sus inyecciones, lo que respalda una evaluación reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC).
Tercera dosis en EU
El informe coincidió con el anuncio del gobierno de EU, que autorizó este miércoles que los estadounidenses que recibieron ambas dosis de la vacuna de ARNm de Pfizer-BioNTech o Moderna podrán recibir una tercera después de ocho meses. Muchos de ellos podrán aplicarse la tercera dosis desde septiembre, como ocurre ya en otros países avanzados en la campaña, como Israel y Chile.
Malas noticias
Estos resultados arrojan más dudas sobre la posibilidad de lograr la inmunidad colectiva a través de la vacunación, advirtió Sarah Walker, profesora de estadística médica y epidemiología en Oxford, quien ayudó a dirigir el estudio.
“La esperanza era que las personas no vacunadas pudieran protegerse vacunando a muchas personas. Esto no va a ocurrir”, dijo Walker. “Los niveles más altos de virus que estamos viendo en estas infecciones en las personas vacunadas son consistentes con el hecho de que las personas no vacunadas simplemente van a tener un mayor riesgo, me temo”.
Una pieza importante del rompecabezas que aún falta son los datos que muestran cuánto continúan protegiendo las vacunas contra las hospitalizaciones y los casos graves de COVID a lo largo del tiempo, dijo Penny Ward, profesora visitante de medicina farmacéutica en el King’s College de Londres, que no participó en el estudio.
“Ninguna vacuna es completamente protectora contra la infección con la variante delta”, dijo Ward. “La baja incidencia de hospitalización observada hasta la fecha sugiere que, en este sentido, al menos, las vacunas están protegiendo a las personas de desarrollar COVID grave”.