Gabriela García Muñoz
En un pronunciamiento que refleja la creciente preocupación de la Iglesia Católica por la situación de violencia en México, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, expresó su profunda consternación por el derramamiento de sangre que continúa afectando a diversas regiones del país.
Durante su mensaje, el prelado hizo un recuento sombrío de la situación actual, señalando cómo las noticias cotidianas están dominadas por relatos de violencia extrema. “Pidamos que Jesús venga a reinar a nuestra patria, ya que está derramando mucha sangre cada día”, manifestó el arzobispo, evidentemente conmovido por la situación.
El líder religioso enumeró distintas regiones afectadas por la violencia, mencionando específicamente a Tabasco, Michoacán, Culiacán y Puebla, destacando cómo estos hechos violentos se han vuelto parte de la narrativa diaria en estos lugares.
“Es triste estar hablando de lo que está pasando, y esa es nuestra situación que vivimos”, lamentó Sánchez Espinosa, quien describió con particular preocupación los casos de secuestros, desapariciones y asesinatos que han marcado la actualidad nacional.
En su mensaje, el arzobispo hizo un llamado especial a la reflexión, citando las palabras del Papa Francisco sobre “no entrar en la globalización de la indiferencia”. Este concepto, acuñado por el pontífice, hace referencia a la importancia de no volverse insensibles ante el sufrimiento ajeno.
De manera enfática, el prelado advirtió sobre el riesgo de normalizar la violencia, haciendo un llamado a la sociedad para mantenerse vigilante y no caer en la aceptación pasiva de estos acontecimientos como algo cotidiano o inevitable.
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