Gabriela García Muñoz
Tras lamentar que miles de migrantes y refugiados sufren de violencia, malos tratos y otras agresiones graves de derechos humanos, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Tomás López Durán, llamó a detener estas injusticias.
Al encabezar la misa dominical en la Catedral Basílica del estado, en lugar del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, el representante de la iglesia católica señaló que Dios cuenta con todos los fieles para ayudar y velar por los migrantes, quienes son víctimas de la “cultura del descarte”.
En este sentido, dijo que el modo de vida actual antepone el “consumir y tirar” al “reducir o reutilizar”, lo que ha provocado que las personas sean vistas como bienes de consumo, que pueden ser usados y tirados, esclavizados, excluidos o sometidos a desigualdad y falta de recursos.
Finalmente, López Durán pidió reflexionar sobre las injusticias que generan exclusión, en particular, sobre los privilegios de unos pocos que perjudican a la mayoría de la población cuando perduran sin que nadie los detenga.