Thalía Becerra
En un movimiento sin precedentes en la política europea, Albania ha designado a una Inteligencia Artificial (IA) como miembro del gabinete del primer ministro, Edi Rama.
La IA, bautizada como “Diella”, asumió su cargo con el objetivo de modernizar la administración pública y procurar la transparencia por medio de la tecnología.
Su principal función es analizar grandes volúmenes de datos gubernamentales en tiempo real para detectar patrones irregulares y alertar sobre posibles casos de corrupción.
Un desafío a la burocracia y la corrupción
La integración de Diella en el gobierno albanés responde a los desafíos históricos que el país enfrenta en materia de corrupción y modernización institucional.
La Inteligencia Artificial tendrá acceso a bases de datos clave, lo que le permitirá actuar con mayor rapidez ante malas prácticas.
Se espera que la automatización de procesos administrativos reduzca la burocracia y mejore la calidad de los servicios para los ciudadanos.
El proceso incluyó la adaptación de los marcos legales y la capacitación de los funcionarios para interactuar con la nueva “ministra digital”, asegurando una integración efectiva de la tecnología en la estructura estatal.
Reacciones y el futuro de la gobernanza digital
Mientras algunos ven la medida como una oportunidad de innovación tecnológica, otros expresan dudas sobre la capacidad de una IA para entender la complejidad del contexto local y respetar los derechos ciudadanos.
Sin duda, el caso de Diella servirá de referencia para la gestión pública de otros países, demostrando el potencial de la Inteligencia Artificial como una herramienta para el bienestar de la sociedad.
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