El Día de Muertos es, sin duda, la celebración popular más significativa y unificadora de México, superando incluso a otras festividades, según afirma el arqueólogo Eduardo Merlo Juárez, Asesor Cultural de UPAEP. Esta festividad ancestral es un profundo acto de reciprocidad y amor que se manifiesta en color, aroma y sabor al recibir a los difuntos.

El Origen Ancestral: La Muerte como Descanso y Regreso
Merlo Juárez explica que la raíz de esta tradición mexicana se encuentra en las culturas prehispánicas, donde la muerte era vista como un descanso, no un castigo. La creencia central es la nostalgia del regreso: “Nuestros antepasados creían que los difuntos regresaban una vez al año a visitar a los vivos.”

Dato Clave: “Si no hay comida, no hay ofrenda. Es un banquete para quienes amamos y que ya han partido.” – Eduardo Merlo Juárez.
Símbolos y Banquete para Despertar los Sentidos
La ofrenda de Día de Muertos es un festín sensorial y simbólico diseñado para despertar los sentidos de las almas que llegan del “más allá”:
- Aromas, Colores, Sabores y Sonidos: Son esenciales porque los sentidos del difunto están “dormidos.” Se ofrecen el olor del mole, el sabor de sus platillos favoritos y el sonido de las oraciones.
- Elementos Esenciales: El mole y el arroz son platillos tradicionales en la región poblana. También destaca el postre tradicional como el punche de maíz azul, hoy en proceso de rescate.
- Cempasúchil, la “Flor de Muertos”: Esta flor es crucial por su significado simbólico. En el mundo prehispánico, representaba el sol en el inframundo. Sus pétalos forman caminos para guiar a las almas a su hogar.
El acto de ofrecer alimentos es un gesto de gratitud hacia los ancestros que trabajaron por las generaciones actuales: “Nosotros les devolvemos el favor ofreciéndoles comida. Es un gesto de amor y reconocimiento.”
Mitos y Resurgimiento Cultural
El arqueólogo desmitifica la creencia popular de los altares de siete o tres escalones, señalando que la ofrenda original era un banquete sencillo adornado con flores y luces, siendo una tradición familiar, más que religiosa.

A pesar de la influencia de Halloween en el pasado, la tradición ha resurgido con fuerza entre las nuevas generaciones. Merlo Juárez afirma: “El Día de Muertos se comió al Halloween.” Hoy se observa un auge de catrinas, desfiles y ofrendas en todo el país. Esta cultura mexicana dinámica ha incluso cruzado fronteras, llenando calles de Chicago, Nueva York y Los Ángeles de cempasúchil y calaveras, un motivo de orgullo nacional.

Calendario de Recepción de Almas
La tradición mesoamericana marca el inicio de la celebración el 28 de octubre y su conclusión el 2 de noviembre, con un orden específico para la llegada de las almas:
- 27 de octubre: Mascotas.
- 28 de octubre: Almas que murieron trágicamente o en accidentes.
- 29 de octubre: Fallecidos por causas relacionadas con el agua o el frío.
- 30 y 31 de octubre: Niños que aprendieron a comer.
- 1 de noviembre: Difuntos adultos.
- 2 de noviembre: Despedida general de todas las almas.
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