La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó la ceremonia conmemorativa por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan, un evento que rindió homenaje a la milenaria historia y el profundo legado cultural de los pueblos originarios de México. La celebración culminó con un espectáculo en el Zócalo capitalino y una “Migración Pilares” llena de simbolismo.
“México no nació con la llegada de los españoles”: Sheinbaum
Durante su discurso, la mandataria fue enfática al recordar el verdadero origen de la nación:
“México no nació con la llegada de los españoles, México nació mucho antes, con las grandes civilizaciones que florecieron estas benditas tierras, los Mayas, los Zapotecas, los Mixtecos, los Purépechas, todos los pueblos originarios. Tenochtitlan, por ello fue y sigue siendo símbolo de ese México profundo, milenario y resistente”.
Resaltando la continuidad histórica y la importancia de reconocer la riqueza cultural prehispánica como pilar fundamental de la identidad mexicana, enfatizando que la resistencia y la sabiduría de esos pueblos siguen siendo parte intrínseca de la nación.
“Migración Pilares”: Un homenaje vivo en el corazón de la ciudad
El Zócalo de la capital del país fue escenario de un impresionante espectáculo que celebró los siete siglos de Tenochtitlan. La conmemoración incluyó la “Migración Pilares”, donde miles de personas caminaron hacia la Plaza de la Constitución.
Este recorrido estuvo lleno de símbolos, cantos y sahumerios, honrando la grandeza de México-Tenochtitlan.
Contingentes de danzantes, músicos, calpullis y talleristas partieron desde puntos emblemáticos como Chapultepec, Insurgentes y Tlatelolco, llevando consigo el legado vivo de nuestros pueblos originarios. El corazón de la ciudad latió al ritmo de tambores y caracoles, creando una atmósfera de profundo respeto y conexión con el pasado ancestral.
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