La Corte Suprema de Estados Unidos ha respaldado una iniciativa del presidente Donald Trump para limitar las órdenes judiciales de tribunales inferiores que habían frenado parte de su agenda durante meses. Esta decisión se enmarca en un caso clave relacionado con el controvertido decreto presidencial sobre la ciudadanía por derecho de nacimiento, un tema central en la política migratoria de su administración.
“Gigantesca Victoria”: Trump celebra el fallo de la Corte Suprema
Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump calificó el fallo de la Corte Suprema como una “gigantesca victoria para la Constitución”.
“Gracias por esta decisión. Ahora podemos presentar con prontitud la solicitud para proceder con numerosas políticas que han sido prohibidas indebidamente a nivel nacional”, destacó Trump.
Aunque la decisión de la Corte no aborda el fondo del decreto de ciudadanía por derecho de nacimiento, sí representa un triunfo para la administración Trump al restringir la capacidad de los tribunales inferiores para emitir mandatos que impidan la implementación de políticas federales a nivel nacional.
Este tipo de restricciones por parte de cortes menores había sido una frustración constante para la Casa Blanca, que argumentaba que paralizaban su capacidad de gobernar. El respaldo de la Corte Suprema otorga a Trump más margen de maniobra para avanzar con sus políticas sin la intervención inmediata de fallos judiciales.
Futuro incierto de la ciudadanía por nacimiento
Aunque la Corte Suprema falló a favor de la administración Trump en cuanto a la restricción de órdenes judiciales, el futuro de la ciudadanía por derecho de nacimiento sigue siendo incierto.
La Corte señaló que el controvertido plan del presidente para eliminarla de manera efectiva podría nunca implementarse. Sin embargo, la secretaria de Justicia, Pamela Bondi, confirmó que el alto tribunal del país decidirá sobre el fondo del tema en octubre. Esto significa que la batalla legal sobre la constitucionalidad del decreto de Trump aún no ha terminado.
¿Qué es la ciudadanía por derecho de nacimiento y el argumento de Trump?
La ciudadanía por derecho de nacimiento en Estados Unidos se basa en la 14ª Enmienda de la Constitución, que establece que “todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del Estado en el que residan”. Históricamente, esta enmienda ha sido interpretada para conceder la ciudadanía automática a casi cualquier persona nacida en suelo estadounidense.
El decreto firmado por el presidente Trump en enero busca negar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados que viven en el país y que nacen en suelo estadounidense.
El argumento del Gobierno de Trump para poner fin a la ciudadanía por nacimiento se basa en la cláusula “sujeto a la jurisdicción” incluida en la declaración de la Constitución.
La administración sostiene que los niños nacidos de inmigrantes indocumentados o de extranjeros que están en EE.UU. legalmente, pero con visas temporales, no están “sujetos a la jurisdicción” del país y, por lo tanto, no son ciudadanos. Esta interpretación es altamente controversial y ha sido ampliamente rechazada por expertos constitucionales y defensores de los derechos de los inmigrantes.
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