Durante la Segunda Guerra Mundial, al incautar México barcos de los países del Eje (Italia, Alemania y Japón) que se encontraban en aguas nacionales y que ponían en riesgo la soberanía nacional, Alemania comenzó a mostrar cierta hostilidad hacia las embarcaciones mexicanas, que culminó con el hundimiento de los barcos “Potrero del Llano” y “Faja de Oro”.
Ante estos acontecimientos y después de realizar un balance de la situación y de evocar la actitud pacífica que caracterizaba a México, el Presidente Manual Ávila Camacho solicitó al Congreso de la Unión la declaración de estado de Guerra, argumentando que el hundimiento de las embarcaciones mexicanas, así como la clara actitud antifascista que nuestro país mantenía y las protestas realizadas ante los abusos, invasiones y agresiones llevadas a cabo por los países del Eje, obligaban a México a tomar esta resolución.
Como consecuencia de ello, el 28 de mayo de 1942, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el decreto mediante el cual se estableció que desde el día 22 de mayo de 1942, los Estados Unidos Mexicanos se encontraban en estado de guerra.
Como consecuencia de esta declaración de guerra, el 8 de mayo de 1944, se anunció la participación directa de tropas mexicanas en las acciones bélicas mediante la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana conformada por el Escuadrón 201, el cual fue destinado al frente del Pacífico para combatir a las fuerzas japonesas.
Con la brillante participación del “Escuadrón 201” en Formosa y Filipinas, se escribió una página más en la historia de la defensa de nuestra soberanía en contra de las naciones que pretenden mancillar el honor de nuestra patria.
Secretaría de la Defensa Nacional