Gabriela García
Este miércoles, trabajadores, propietarios y representantes del sector restaurantero y comercial en Puebla se manifestaron de forma simultánea en distintos puntos de la entidad para exigirle al gobierno estatal la reapertura económica de las actividades no esenciales.
Con la puesta en marcha de la campaña “Abrir o Morir “ y el famoso “cacerolazo”, que dio inicio en punto de las 11:30 de la mañana, los manifestantes, entre los que se encontraban Marco Antonio Prósperi Calderón, presidente de la Canaco; José Juan Ayala Vázquez, presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico; y Andrés de la Luz Espinoza, director de la Asociación de Centros Comerciales de Puebla, afirmaron que la exigencia no es una necedad, sino un llamado de auxilio.
En conferencia de prensa previa a la manifestación, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Olga Méndez Juárez, señaló que aproximadamente mil 500 establecimientos de municipios como Puebla capital, San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, Atlixco, San Martín Texmelucan y Tehuacán se unieron a este proyecto.
Los empresarios se quejaron de que mientras a ellos no les permiten abrir sus negocios, que sí cumplen con todas las medidas sanitarias que exigen las autoridades sanitarias, el comercio informal continúa en funcionamiento y ha aumentado su presencia en las calles de la entidad.
Indicaron que a partir de este sábado 16 de enero los restaurantes y comercios harán “cacerolazos” afuera de sus establecimientos en punto de la 12 de la tarde, para demostrar su inconformidad. Esto seguirá pasando hasta el 25 de enero, que termina el confinamiento o hasta que el gobierno muestre sensibilidad y les permitan abrir.
Finalmente tras precisar que la pausa obligada de las actividades no esenciales está generando mayor pobreza, desempleo y cierre de negocios, pidieron al gobierno estatal, laexención de los Impuestos Sobre Nómina y Sobre Hospedaje. Además su gestión con la empresa Agua de Puebla para Todos para lograr ajuste a las tarifas, pues pese a la inactividad de los negocios, el costo se ha mantenido y, en algunos casos, elevado.