Andrés Manuel López Obrador aclaró este viernes que la pausa en las relaciones entre México y España no tendrán consecuencias diplomáticas, aunque subrayó que en el país no se permite robar. El presidente reiteró que la pausa con el Gobierno español no es una ruptura en las relaciones diplomáticas.
“No es una ruptura, es un señalamiento por los abusos cometidos por empresas españolas que han afectado al pueblo de México en otros tiempos. Los jugosos negocios que se hicieron por influyentismos, por acuerdos cupulares de políticos de España y de México en los sexenios de Fox, de Calderón y de Peña Nieto”, aseguró.
“Nada (de consecuencias diplomáticas), nada más decir no se permite robar. No somos tierra de conquista, y que no se confunda al pueblo español que respetamos y admiramos tanto con estas empresas y con sus políticos protectores del más alto nivel, eso es todo”, subrayó.
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“Dicen los internacionalistas conservadores, expertos en política exterior que qué es eso de pausar, ¿no lo entendieron? (guiño) claro que sí, es ‘a ver, vamos dándonos tiempo’. Nos conviene a los pueblos, a los Gobiernos, para entender de que hay una nueva realidad, que hubo un cambio en México, ya no les puedo mandar un telegrama, porque ya eso es obsoleto”.
Tras lo dicho por el mandatario mexicano, el Gobierno español aseguró que “rechaza tajantemente las injustificadas declaraciones del presidente de México en estos últimos días, tanto ayer como hoy, donde ha vuelto a hablar sobre España y sobre las empresas españolas”.
José Manuel Albares, ministro de exteriores en España, comentó que “debe quedar muy claro que el Gobierno de España va a defender a los españoles, el buen nombre de España y a sus empresas en cualquier circunstancia y ante cualquiera”.