AP. Un joven de 17 años fue detenido por las autoridades de Odisha, un estado ubicado en el este de la India por un insólito delito.
Se cree que la venta de personas es una práctica de antepasados, sigue ocurriendo. En este caso, el menor se encuentra acusado de vender a su esposa, una mujer de 26 años.
La víctima del indignante intercambio estaba con un hombre de 55 años en Rajasthan, un estado ubicado en el norte del mismo país, a 34 horas de su pueblo natal.
Según medios locales, la pareja había contraído nupcias en julio de este año. El canje se habría realizado en agosto, un mes después de la boda, sin el consentimiento de su esposa y violando sus derechos.
¿Cómo vendió a la mujer?
Todo comenzó en agosto cuando la pareja se trasladó a Rajasthan para trabajar en una fábrica u horno de ladrillos como comúnmente lo llaman.
Bulu Munda, inspector a cargo de la estación de policía de Belpada dijó a ‘Hindustan Times’ que “unos días después de su nuevo trabajo, el joven de 17 años vendió a su esposa a un hombre de 55 años del distrito de Baran”.
¿En qué se gastó el dinero?
Según revelaron informes, la infame venta fue por un precio de 2 mil 400 dólares (un poco más de 48 mil pesos mexicanos).
El joven tomó el dinero, el cual usó para comprar un ‘smartphone‘: “El adolescente derrochó el dinero en cenar y se compró un teléfono inteligente”, publicó el ‘Hindustan Times’.
¿Cómo salvaron a la víctima?
Después de gastarse el dinero, el joven decidió volver a su pueblo natal. Sin embargo, la familia de la mujer se extrañó por no ver a la pareja junta, así que le preguntaron al adolescente qué había pasado con ella.
El menor respondió que su esposa había escapado. Mintió y dijo que lo había abandonado.
Por suerte, la familia de la joven no creyó la historia e interpuso una denuncia ante las autoridades correspondientes.
Los policías “revisaron sus registros de llamadas y detectaron lagunas en su historia”, publicó el citado medio.
Después de realizar la investigación, un equipo de seguridad se dirigió a Rajasthan para rescatar a la víctima del abuso.
Sin embargo, fue más difícil de lo que parecía, ya que las personas del lugar no permitían que se la llevaran. Según los aldeanos, el trato había sido justo y habían pagado por ella.
Afortunadamente la policía logró convencer a las personas que se oponían y rescataron a la mujer.
“Pudimos traerla de regreso a casa con gran dificultad”, declaró un oficial.
Por otra parte, el joven debió enfrentarse a un tribunal por disponer de las libertades de su pareja y fue enviado a un centro penitenciario.