El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este lunes que es muy probable que el horario de verano sea eliminado de los husos horarios del país ante el rechazo popular ante esta iniciativa que busca generar ahorros en el consumo eléctrico.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el mandatario federal hizo un llamado a la población a irse preparando para el cambio ya que se ha demostrado que en términos de recaudación y bienestar para la salud, el horario de verano es poco benéfico.
“Es muy probable que ya no haya horario de verano, porque la gente no quiere que haya ese cambio de horario. Se está haciendo el análisis, ya hay estudios que dicen que el ahorro es mínimo y lo podemos lograr haciendo un compromiso de cuidar la luz, que no se desperdicie”, comentó el jefe del Ejecutivo federal.
“Hay que irnos preparando, no pasa nada en la cuestión financiera, antes a los presidentes los acalambraban los tecnócratas, les decían, eso no se puede hacer, porque va a haber devaluación, fuga de capital y ellos mandaban”, dijo.
De acuerdo con un estudio realizado por la Secretaría de Energía junto a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tan sólo el año pasado, el ahorro que significó el cambio del huso horario en el país representó apenas el 0.16% del consumo nacional, es decir, de los 327,000 Gw/h que consumió la nación, sólo se ahorraron 537 Gw/h.
En dinero, la dependencia federal explicó que este ahorro apenas significó 1,138 millones de pesos, un 0.2% del consumo nacional de electricidad que se valúa en unos 517,420 millones de pesos.
En tanto, la Secretaría de Salud (Ssa) reveló un informe en el que desmenuza las afectaciones para la salud que trae consigo la implementación del horario de verano.
A nivel biológico, expone la dependencia, hay afectaciones en el sistema nervioso como somnolencia, irritabilidad, dificultad en la atención, la concentración y la memoria. Trastornos digestivos, aumento de secreción del jugo gástrico, disminución diurna y aumento nocturno del apetito. Trastornos hormonales y malestar general.
“Algunos estudios sugieren una asociación entre el horario de verano y un aumento de la ocurrencia de infarto cardíaco, especialmente en la primera semana después de ser implementado. Los posibles mecanismos incluyen la privación del sueño, la desalineación circadiana y las condiciones climáticas”, advierte el informe.