El Día de Muertos en México está lleno de colores, sabores y olores, pero también de creatividad y para eso están las “Calaveritas literarias”, que son textos con rimas para satirizar o burlarse de la personalidad de alguna persona.
Aunque parezca increíble, el primer antecedente registrado sobre este tipo de escritos es de un fraile, llamado Joaquín Bolaños en la época Virreinal; él escribió la calaverita más antigua de la que se tiene registro.
La obra es conocida como “La portentosa vida de la muerte”, texto donde el escritor redacta párrafo como el siguiente: “Desabrida es la muerte más para que no te sea tan amarga su memoria, te la presento dorada o disfrazada con un retazo de chiste… Va en forma de historia porque quiero divertirte”.
La obra de Bolaños es una lectura que alterna lo solemne y lo chusco, lo trágico y lo cómico, lo terrible y lo grotesco, alrededor de una trama en la que existe una personificación de la muerte como un esqueleto que camina entre los vivos y retrata algunos eventos terribles de la historia.
Con el paso de los años, estos poemas fueron redactados a modo de burla sobre los largos y ostentosos nombres y epitafios utilizados por los nobles y poderosos en la época virreinal; por lo general, eran una crítica social dedicada a algún miembro del Estado.
La publicación de los textos no fue fácil, debido a que la sociedad de esa época se sentía ofendida, por lo que fueron censurados.
José Guadalupe Posada, el famoso ilustrador mexicano, crea la famosa imagen de La Catrina o La Muerte, con ese toque burlesco propio de las calaveritas, así también hizo de sus ilustraciones una tradición y dio apariencia y vida a La Catrina, que Diego Rivera retomó en su mural Tarde de domingo en la Alameda.
En la actualidad se utilizan las calaveritas literarias para la conmemoración del Día de Muertos en México.
Guía para hacer una calaverita
1.- Escoge un tema, una persona, incluso una situación, observa con detenimiento los rasgos, las exageraciones posibles sobre el tema. ¡Entre más ridículo, mejor!
2.-Lleva todo al otro mundo, juega con las situaciones, con los rasgos, que sea pícaro, satírico, realiza todo esto a través de una rima, o de versos de similar tamaño, con un ritmo constante. ¡Entre más creativa, mejor!
3.- Recuerda hablar del vivo como si estuviera muerto
4.- Finalmente queda escribir y borrar, hasta que creas que lograste el objetivo, no tiene que ser perfecta, pero si divertida.