Hoy se cumplen 40 años del atentado al papa Juan Pablo II mientras saludaba a los fieles en la plaza de San Pedro.
Un 13 de mayo de 1981 a las 17:19 horas, un inesperado suceso conmocionó a los católicos de todo el mundo. Aquel miércoles por la tarde, siguiendo con su costumbre de cultivar un trato cercano con sus fieles, el papa Juan Pablo II salió a saludar en su coche descubierto a quienes se congregaban en la plaza de San Pedro para verle.
Cuando se dirigía a la tribuna de la plaza, un joven turco de 23 años, Mehmet Alí Agca realizó varios disparos que abatieron al pontífice : una bala en el codo derecho, otro en el dedo índice y dos, los que revestían mayor gravedad, en el vientre. Otras dos personas fueron alcanzadas por dos balas.
Todo sucedió muy rápido, varios testigos lograron impedir que Agca continuase con la masacre e, instantes después, el jefe de seguridad del Vaticano, Camillo Cibin, atrapó al homicida. En el bolsillo de su pantalón encontraron una nota que decía: “Yo, Agca, he matado al Papa para que el mundo pueda saber que hay miles de víctimas del imperialismo”. No lo consiguió.
Juan Pablo II fue conducido al hospital Gemelli al que llegó prácticamente desangrado.
Rápidamente, Juan Pablo II fue llevado al Policlínico Gemelli, donde lo operaron durante cinco horas y veinte minutos. Su satisfactoria recuperación hizo pensar que había sido obra de un milagro, más si cabe al coincidir la fecha del atentado, casualmente, con la de las apariciones de la Virgen de Fátima
Tras una larga intervención los médicos lograron salvar su vida, aunque el papa padecería hasta su muerte las secuelas del atentado.
Tres años después el pontífice hizo público su perdón a Ali Agca, de 46 años, e incluso fue a visitarle a la cárcel de Rebibbia el 27 de diciembre de 1983.
El terrorista insistía en ser “el instrumento inconsciente de un plan misterioso”, una estratagema que ocultaba intereses políticos. Si la imagen del atentado dio la vuelta al mundo, la del perdón de Agca removió conciencias. Incluida la suya, ya que poco después se convirtió al cristianismo.
¿Qué fue de Ali Agca?
Mehmed Ali Agca, miembro del grupo terrorista los Lobos Grises, fue extraditado a Turquía en el año 2000 después de pasar 19 años en varias prisiones italianas.
Al llegar a su país natal, fue condenado a 7 años y 4 meses de prisión por la justicia turca por un robo a mano armada cometido en los años setenta y a cadena perpetua por el asesinato de un periodista en 1979, una pena que finalmente fue conmutada por 10 años de privación de libertad.
El hombre que trató de acabar con la vida de Juan Pablo II fue puesto en libertad el 13 de enero de 2006 .