Thalía Becerra
La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC) a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha anunciado el hallazgo de una nueva especie de lagartija.
De la fotografía al estudio molecular
La primera evidencia del espécimen data del año 2020 cuando una lagartija nocturna fue captada en imagen por las Brigadas de Vigilancia y Monitoreo Biológico Comunitario. Por sus características, se creyó que el ejemplar pertenecía a la Salamanquesa del alto Balsas (Phyllodactylus bordai).
Fue hasta 2025 que un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló una investigación formal. Esto a través de un proyecto de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI).
Mediante una serie de estudios moleculares, datos morfológicos y análisis climáticos los científicos lograron determinar que la especie era genéticamente distinta, dando origen a su nombre como Salamanquesa del Valle de Tehuacán-Cuicatlán (Phyllodactylus ngiwa).
Colaboración comunitaria y científica
El director de la RBTC, Fernando Reyes Flores, destacó la importancia de la coordinación para este tipo de hallazgos, donde los investigadores establecieron contacto con la Conanp y las comunidades locales para realizar el estudio de los ejemplares.
El titular de la Reserva también reconoció el trabajo de las 42 brigadas de Vigilancia y Monitoreo Biológico Comunitario, quienes contribuyen activamente al conocimiento y protección del territorio.
La identificación de la nueva especie amplía el conocimiento sobre la biodiversidad de la región, lo que es fundamental para la conservación y el manejo efectivo de las Áreas Naturales Protegidas de México.
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