Alexander Gintsburg, jefe del Centro Gamaleya en Rusia, dijo este lunes que se está encontrando una alta eficiencia en la protección contra “todas” las cepas de COVID tras la aplicación de la variante nasal de la vacuna Sputnik V.
Dicha vacuna fue registrada desde el 1 de abril, y de acuerdo con la autoridad científica, este biólogo que se administra vía nasal ha mostrado “inmunidad mucosal” contra las cepas que hasta el momento se conocen del COVID.
La organización de la vacuna Sputnik V, con motivo de la declaración de Alexander Gintsburg, recordó que su variante nasal es la primera registrada en su tipo, y además citó un artículo de la revista The Scientist, en el que se destaca la importancia de la “inmunidad mucosal”.
El aspecto que recorta Sputnik V acerca del artículo publicado en The Scientist es que “las inyecciones intramusculares generan inmunidad sistémica pero poca o ninguna respuesta inmune en la nariz, donde los virus respiratorios como el SARS-CoV-2 generalmente ingresan al cuerpo”.
Sin embargo, la inmunidad en las mucosas “es una de las mejores formas de inhibir por completo la infección y, por lo tanto, abolir la propagación comunitaria”, de acuerdo con la revista científica.
¿Qué sabemos de la vacuna nasal de Sputnik V?
La variante de la vacuna rusa contra COVID que se administra vía nasal había sido probada en más de 70 países, incluyendo a México.
De acuerdo con especialistas de la Universidad de Yale “las inyecciones actuales de COVID se administran por vía intramuscular. Esto induce anticuerpos circulantes robustos y respuestas sistémicas de células T y B que bloquean la propagación viral y la enfermedad. Sin embargo, para bloquear mejor la infección, se debe establecer la inmunidad en las superficies mucosas”.
Lo anterior refiere a que la posibilidad de tener una inmunidad en las mucosas puede ayudar a evitar la entrada del virus al organismo y de paso, propagar menos la enfermedad.