Gabriela García
En presencia de un reducido número de fieles y sin la tradicional procesión, el Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, celebró la misa del Domingo de Ramos, celebración que conmemora la entrada de Jesucristo en Jerusalén, dando inicio a la Semana Santa.
Por segundo año consecutivo, la actividad religiosa se llevó a cabo con las correspondientes medidas sanitarias debido a la pandemia de coronavirus, por lo que el líder de la grey católica bendijo los ramos de olivo a distancia desde el altar.
“Estos días son días santos y tenemos que vivirlos santamente. Como he anunciado en los domingos anteriores, estamos celebrando nuestra fe con los protocolos necesarios y con mucha responsabilidad para cuidar nuestra vida y nuestra salud, y cuidar la vida y salud de nuestras familias”, dijo el prelado.
Monseñor lamentó la serie de amenazas que se están presentando contra la humanidad en estos tiempos de emergencia sanitaria, por lo que pidió contemplar al crucificado y resucitado para renovar la esperanza.
“Vivimos una Semana Santa entre luces y sombras, entre esperanzas y signos de muerte, de enfermedad, y la resurrección del señor nos debe impulsar y animar a pesar de esta tremenda pandemia que está viviendo la humanidad, a pesar de la enorme cadena de atropellos contra la dignidad humana y de otras muchas amenazas sobre la humanidad”, finalizó.