¿Porqué se nos pone la “piel chinita”?

La famosa “piel chinita, piel de gallina” ó piloerección es una reacción del organismo al frío o a las emociones intensas pero, ¿sabías que esta función fisiológica la compartimos con animales como el gato?

Todos alguna vez hemos sentido escalofríos, ese hormigueo que nos recorre el cuerpo, nos pone la “piel chinita” y nos hace sacudirnos. ¿A qué se debe esta respuesta del organismo?, algunos han afirmado que surge cuando tenemos un encuentro cercano con un fantasma, espectro o ente maligno que proviene de otra dimensión.

¿Qué nos dice la ciencia al respecto?

Básicamente, cuando tenemos algún evento percibido como peligroso, aparece una serie de respuestas asociadas al mismo, en las cuales se destaca la movilización de energía para producir una respuesta explosiva.

Se origina un bombeo sanguíneo hacia los brazos y las piernas, disminución de la respuesta de secreción de movimientos estomacales, liberación de adrenalina o un incremento de dopamina, y esto en general, nos pone en una situación de lucha o huida.

Entonces, aparece el escalofrío, esa respuesta al estrés saludable o también al negativo. Por ello, es muy difícil situar esta reacción dentro de un contexto un tanto patológico, y por eso es que muchas veces es malinterpretado e incluso incomprendido.

La “piel chinita” o “piel de gallina” es una reacción de nuestro organismo –en concreto del sistema nervioso simpático–, que consiste en que el vello se eriza y la piel adquiere un aspecto granulado –muy parecido al que presenta la piel de las aves tras ser desplumadas, de ahí su nombre–, y que se produce a consecuencia de una bajada brusca de temperatura, pero también cuando experimentamos emociones intensas.

Así que la “piel de gallina” es una reacción natural del cuerpo cuando sentimos frío o emociones muy intensas y que no podemos evitar.

¿Por qué se eriza la piel?

Las razones por las cuales nuestro vello se queda tieso y la piel cambia su textura son variadas. Algunas de las principales que destacamos son:

  • Sobresaltos.
  • Sustos.
  • Nervios.
  • Tocar ciertas superficies.
  • Emoción.
  • Temperaturas bajas.
  • Agua fría.
  • Estremecimiento.
  • Alteración en el ánimo.
  • Excitación sexual.

“Los pelos se nos ponen de punta”

Es una expresión que muchos utilizan para indicar que se les ha erizado la piel. Esto se debe a que los dos síntomas más importantes son, por un lado, que los poros se expanden y, por el otro, que los pelos se separan.

Sin duda, es un fenómeno muy interesante que nos sucede de vez en cuando o ante ciertos estímulos. Los nombres científicos o médicos que se le aplican a esta sensación son dos: horripilación cutánea y piloerección generalizada.