Cuántas veces no habrás dicho: “se me puso la piel chinita” cuando te dan escalofríos o cuando algo te emociona demasiado. Seguro un sinfín de veces, pero alguna vez te has preguntado de dónde viene esa expresión o por qué se usa “chinita”.
La expresión que se usa regularmente para referirse a los vellos erizados y comúnmente se utiliza el término “piel de gallina”, por la forma en la que los poros se marcan. Pero en México, nos gusta ser diferentes y aquí se usa el término “piel chinita”.
El origen de esta frase no se sabe a ciencia cierta, pero podría haberse acuñado al principio de la Nueva España, cuando la palabra “chinita” se usaba para referirse a una mujer joven, de acuerdo con el Fichero general de la Real Academia Española. De ahí el término de “china poblana”.
Entonces, ¿por qué se dice que tienes “la piel chinita”? Todo tiene que ver con una asociación del primer amor de las mujeres jóvenes y la reacción física que tenían al sentirse emocionadas por ver a su amado.
La expresión se usaba como alusión a las mujeres jóvenes que experimentaban el amor por primera vez y su cuerpo reaccionaba erizando los vellos de su cuerpo. Lo mismo que pasa cuando te dan escalofríos o tienes un cambio de temperatura corporal.
Así que la frase “tengo la piel chinita”, tiene su origen en los amores inocentes de las mujeres jóvenes que vivían en la época colonial y que, actualmente, ya no tiene que ver con eso, pero se quedó en la lista de nuestras frases favoritas.O
Origen de la piel de gallina, ¿por qué?
Cuando la temperatura exterior es baja el vello capilar se eriza. Ocurre en toda la superficie pilosa, salvo aquella que cubre los genitales, las manos o los pies. En la raíz del pelo, bajo la piel, se esconde un pequeño músculo erector que al contraerse crea una capa de aire alrededor del cuerpo que lo protege del frío.
Este fenómeno se llama también piloerección y se refiere al desarrollo de forma involuntaria de protuberancias en la piel, en la base del vello corporal, cuando nos exponemos a situaciones o a cambios bruscos de temperatura. Este reflejo pilomotor ocurre en muchos mamíferos, además de los humanos, aunque la mayoría de las veces pensemos que solo nos afecta a nosotros.