Operadores turísticos y residentes del sitio arqueológico de Machu Picchu, en Perú, se han manifestado y permanecen en paro por la “privatización” de la venta de entradas, lo que ha generado la evacuación de cientos de turistas.
Desde la semana pasada se han mantenido bloqueados los accesos y cerrados los negocios, aunado a la suspensión de actividad de los trenes que conducen a una de las Siete Maravillas del Mundo.
Los manifestantes exigen que se anule el contrato con la empresa Joinnus por la “privatización sistemática de Machu Picchu”, además la renuncia de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
En respuesta, la ministra de Cultura negó que se esté privatizando la venta de entradas y propuso una mesa de diálogo.
Turistas nacionales y extranjeros se han quedado sin la posibilidad de acceder al recinto, por lo que han salido más de 700 visitantes, de acuerdo con datos del Ministerio de Turismo.
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