Una entrevista reveladora del doctor Sergio Alfieri, director del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas del Policlínico Gemelli de Roma, al diario Corriere della Sera, ha arrojado luz sobre la gravedad de la reciente crisis de salud del Papa Francisco.
El médico, que lideró el equipo que atendió al Santo Padre, describió un momento crucial en el que se enfrentaron a una decisión trascendental: “Tuvimos que elegir entre dejarlo descansar en paz o seguir adelante con tratamientos intensivos, asumiendo riesgos significativos”.
Un dilema
Las palabras del doctor Alfieri pintan un cuadro de una situación crítica, en la que la fragilidad del Papa Francisco se hizo evidente. El equipo médico se encontró ante un dilema ético y profesional, debiendo sopesar la posibilidad de prolongar la vida del pontífice a través de intervenciones médicas agresivas, con el riesgo de causar un mayor sufrimiento y posibles complicaciones.
“Fue un momento de gran tensión”, confesó el doctor Alfieri. “Éramos conscientes de que la decisión que tomáramos tendría un impacto profundo. Sabíamos que estábamos al borde de una línea muy fina”.
Voluntad del Papa Francisco y la decisión médica
Según el doctor Alfieri, la voluntad del Papa Francisco jugó un papel fundamental en la decisión final. El Santo Padre, consciente de su estado de salud, expresó su deseo de seguir luchando y de continuar su ministerio pastoral. “El Papa Francisco es un hombre de gran fe y determinación”, afirmó el doctor Alfieri. “Su espíritu de lucha nos inspiró a seguir adelante, a pesar de los riesgos”.
El equipo médico, tras evaluar cuidadosamente la situación y en consonancia con la voluntad del Papa Francisco, optó por seguir adelante con los tratamientos intensivos. “Decidimos apostar por la vida”, explicó el doctor Alfieri. “Sabíamos que era una decisión arriesgada, pero también sabíamos que era lo que el Papa Francisco deseaba”.
Dicha decisión fue cuando el pontífice tuvo episodio de vómitos y donde su enfermero personal, Massimiliano Strappetti pidió al equipo médico “inténtelo todo, no se rindan”.
Un período de recuperación delicado
El doctor Alfieri destacó que el período de recuperación del Papa Francisco será delicado y requerirá un seguimiento médico constante. “El Santo Padre ha demostrado una gran fortaleza, pero aún necesita tiempo para recuperarse plenamente”, afirmó. “Estaremos atentos a su evolución y le brindaremos todo el apoyo necesario”.
El pontífice de 88 años de edad estuvo 38 días hospitalizado, siendo esta la crisis de salud más grave en doce años de pontificado.
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