Luego de que la variante ómicron disparara el número de contagios en todo el mundo, varios países de Europa han decidido imponer la vacunación como obligatoria para realizar actividades sociales. Países como Francia, Alemania, Austria, Italia, Grecia, República Checa y Eslovenia han decidido esta medida debido a la tensión que viven diversos sectores económicos ante incremento de bajas laborales.
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Francia
A pesar de que el Gobierno de Francia busca evitar volver obligatoria la vacunación, ha impuesto un certificado de vacunación para poder realizar actividades de la vida social. Esta medida comenzará a finales de esta semana y una vez que entre en vigor una nueva ley adoptada definitivamente por el parlamento.
Con esa ley, habrá que demostrar tener la pauta completa de vacunación (lo que incluye la dosis de refuerzo siete meses después de las dos primeras inyecciones) para ir a un bar, un restaurante, al cine, a un espectáculo o a un estadio, pero también para utilizar los transportes públicos de largo recorrido (autobuses, trenes, aviones o barcos).
Italia
Los italianos han impuesto diversas medidas para controlar la pandemia. Incluso, es de los países europeos con las medidas más estrictas pues introdujo la obligación para los mayores de 50 años desde el pasado 7 de enero, una medida que se aprobó con dificultades entre las diferentes fuerzas políticas que apoyan al Gobierno de Mario Draghi.
Además, desde el 10 de enero se pide la pauta completa o haber superado la enfermedad para acceder prácticamente a todas las actividades, desde el ocio hasta los medios de transporte, incluidos metro y autobuses, mientras que en el terreno laboral los menores de 50 años aún no tienen que estar vacunados para ir a trabajar, excepto categorías como fuerzas del orden, personal escolar y sanitarios.
Alemania
Los teutones aprobaron en diciembre un proyecto de ley del gobierno de Olaf Scholz, el cual vuelve la vacuna obligatoria en sectores laborales sensibles tales como los geriátricos o sanitarios. Planteaba plazos largos hasta hacerse efectiva la medida, hasta marzo, en atención al periodo preciso para tener la pauta completa.
En paralelo, Scholz insiste en la necesidad de implantar la vacuna obligatoria de modo general. Sin embargo, desde su gobierno se no ha presentado aún el correspondiente proyecto de ley. El propósito del canciller es que la regulación se apruebe con el máximo respaldo parlamentario, independientemente de la disciplina partidaria.
Grecia
Cerca de 300 mil griegos mayores de 60 años se verán obligados a pagar una multa de 50 euros debido a que no quieren vacunarse ni agendar una cita para hacerlo, ya que este lunes se venció el plazo por el gobierno para que se vacunarán contra el coronavirus.
La multa será solo de 50 euros para enero, ya que la medida entró en vigor a mediados del mes, pero a partir de febrero los mayores de 60 años que sigan sin ponerse la inyección pagarán una multa de 100 euros por cada mes que sigan sin hacerlo.
Austria
Austria se convirtió en el primer país europeo en dar a conocer que la vacunación sería obligatoria para los mayores de 18 años. Dicha medida comenzará a funcionar a partir del 1 de febrero, y de no hacerlo, habrá una multa máxima de 3 mil 600 euros por año.
La medida, anunciada el pasado 19 de noviembre, ha generado varias protestas multitudinarias desde entonces, y ha sido respaldado por cuatro de las cinco formaciones con representación parlamentaria, todas salvo la ultraderecha.
República Checa
República Checa igualmente decretó la vacuna como obligatoria para empleados públicos, sanitarios, soldados, asistentes sociales y policías, así como para la población mayor de 60 años. Esta medida comenzará a aplicar a partir del 28 de febrero.
Esta medida, decretada en diciembre por el anterior gobierno de populistas y socialdemócratas, será revisada en febrero, cuando se espera la aprobación de un plan de vacunación no obligatorio “semejante al de la gripe”, avanzó el nuevo titular de Sanidad, Vlastimil Válek.
Eslovenia
Finalmente, en Eslovenia, el Tribunal Constitucional suspendió a finales de septiembre del año pasado una normativa en la cual exigía contar con la vacuna o haber tenido la enfermedad si es que deseaban regresar a las oficinas públicas y trabajar de forma presencial.
Esa normativa adoptada por el Gobierno del primer ministro de derechas, Janez Jansa, debía entrar en vigor el 1 de octubre y fue recurrida por el Sindicato de Policías de Eslovenia, al considerar que se trataba de una vacunación obligatoria encubierta.
Con información de EFE