Obesidad y diabetes en México: cómo el etiquetado frontal ayuda a combatirlas

El cambio en la alimentación de las y los mexicanos, influido por la globalización y la industria de alimentos ultraprocesados, provocó en las últimas décadas un aumento alarmante en la incidencia de obesidad, diabetes e hipertensión.

De 1997 a 2020, la obesidad en hombres adultos creció un 78 por ciento, mientras que en 2020, cuatro de cada 10 personas adultas, además de 37 por ciento de niñas y niños en edad escolar y 40 por ciento de adolescentes, presentaron sobrepeso u obesidad.

Ante este escenario, en octubre de 2020 entró en vigor el etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas procesadas, medida que ha demostrado resultados positivos en la salud de la población mexicana.

Impacto del etiquetado en la alimentación

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el consumo de productos con exceso de sodio, como panes y cereales, disminuyó 63 por ciento; la compra de pastelitos y frituras bajó 26 por ciento; y el consumo de helados y postres con edulcorantes se redujo en 29 por ciento.

“Ha habido una reformulación masiva en el país gracias a las reducciones de consumo y eso es un éxito”, destacó Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP.

Además, se ha registrado una reducción en los niveles de triglicéridos y síndrome metabólico, condiciones ligadas a enfermedades crónicas como la diabetes y cardiovasculares.

El reto de la obesidad y el consumo de azúcar

El secretario de Salud, David Kershenobich, advirtió que el azúcar tiene efectos similares en el cerebro a sustancias adictivas como el cigarro y el alcohol, lo que explica el consumo repetitivo de refrescos y productos azucarados.

Por ello, el programa “Vida Saludable” ha eliminado la venta de refrescos, frituras y dulces en escuelas del país, con el objetivo de reducir la exposición de niñas, niños y adolescentes a estos productos.

De mantenerse y fortalecerse las regulaciones, México podría alcanzar en 2030 una reducción del 6 por ciento en la prevalencia de obesidad, según estimaciones del INSP.

Fase tres del etiquetado

Actualmente se encuentra en marcha la fase dos del etiquetado, mientras que la fase tres, que endurecerá la medición de calorías, grasas y azúcares, entrará en vigor en 2028.

La organización El Poder del Consumidor llamó a que la revisión de la Norma Oficial Mexicana 051 se base en evidencia científica y no en intereses de la industria.

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