Un pequeño satélite de la NASA, fue lanzado por la empresa Rocket Lab desde Mahia, en el norte de Nueva Zelanda, para medir por primera vez la pérdida de calor hacia el espacio a través de los polos de la Tierra.
Denominada PREFIRE, la misión debería permitir mejorar las previsiones de los científicos relacionadas con el cambio climático, el satélite, del tamaño de una caja de zapatos.
“Esta nueva información, que nunca habíamos tenido en el pasado, nos ayudará a modelar lo que está sucediendo en los polos y en el clima”, dijo en rueda de prensa a mediados de mayo Karen St. Germain, directora de investigaciones científicas relacionadas con la Tierra de la NASA”.
Gracias a PREFIRE, la NASA aspira a comprender cómo las nubes, la humedad o incluso la transformación de una superficie congelada en líquido influyen en esta pérdida de calor.
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