Thalía Becerra
Una mujer sorprendió a los habitantes de la Ciudad de México al ser captada circulando por las calles de la capital a bordo de un dinosaurio eléctrico.
El video, que muestra a la mujer acompañada de un menor, se volvió viral en redes sociales, desatando un debate sobre la seguridad y las regulaciones de este tipo de vehículos en la vía pública.
Un inusual medio de transporte que causó sensación
El video, muestra a una mujer y un niño a bordo del vehículo con forma de dinosaurio, mientras el resto de los conductores y peatones observan con asombro.
La escena generó cientos de comentarios y reacciones. Algunos usuarios, con humor, compararon el momento con la película Jurassic Park, mientras que otros se preguntaron sobre la procedencia del aparato.
La mayoría de los comentarios se centraron en la peculiaridad del vehículo y en el riesgo potencial que implica circular en él en calles con alto tráfico.

Lo que dice la Ley de Movilidad de la CDMX
Aunque el vehículo tiene una apariencia poco convencional, su uso en la vía pública está sujeto a las mismas regulaciones que cualquier otro vehículo eléctrico en la capital.
Según la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, si un vehículo eléctrico supera los 25 kilómetros por hora o tiene una potencia mayor a 1 kW, se considera una motocicleta o vehículo motorizado personal.
Bajo esta clasificación, el conductor está obligado a contar con licencia de conducir, placas, tarjeta de circulación y, de forma obligatoria, usar casco.
Además, este tipo de transporte no tiene permitido circular por ciclovías, banquetas o carriles del transporte público, como el Metrobús. El incumplimiento de estas normas puede resultar en sanciones.

La conversación sobre seguridad y regulación
La viralización del video no solo generó reacciones divertidas, sino que también abrió un debate sobre la seguridad en las calles y la necesidad de regulaciones claras para los medios de movilidad no convencionales.
Usuarios de redes sociales expresaron su preocupación por el hecho de que la mujer y el menor a bordo no llevaban casco ni otras medidas de seguridad.
La situación resalta un desafío para las autoridades de movilidad, quienes deben adaptar las normativas existentes al uso creciente de vehículos eléctricos de todo tipo.
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